Migran por violencia y por bajos salarios

A pesar de que la violencia es un factor determinante, la lucha contra los bajos salarios también impulsa a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de una vida más digna.

Por: Adriana Cruz

En un contexto donde la violencia y la falta de oportunidades económicas convergen, la migración se convierte en la única salida para muchos como Eduardo Carreón Flores, quien desde Honduras se vio obligado a emprender un viaje lleno de desafíos en busca de un futuro más prometedor.

A pesar de que la violencia es un factor determinante, la lucha contra los bajos salarios también impulsa a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de una vida más digna.

La realidad de Eduardo, quien apenas ganaba $150 pesos al día en su país, refleja la precariedad económica que enfrentan muchos migrantes. Esta situación los empuja a arriesgarlo todo en un viaje incierto hacia el norte, con la esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales y un ingreso que les permita sostener a sus familias.

Sin embargo, el camino hacia el norte no está exento de peligros. A lo largo de la ruta migratoria, un total de 1677  personas como Eduardo son detenidas y repatriadas por las autoridades migratorias, enfrentándose así a la constante amenaza de que su sueño se desvanezca en cualquier momento.

Lugares como el albergue de migrantes en la Iglesia Verbo Encarnado de Ciudad Frontera, Coahuila, se convierten en refugios temporales para aquellos que buscan protección y apoyo mientras tratan de seguir adelante con su viaje hacia un futuro más esperanzador.

 
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