Médicos advierten sobre el riesgo y manejo de heridas tras ataque canino.
Por: Elizabeth Monroy
NUEVA ROSITA, COAH. - Un jovencito ingresó a la sala de urgencias del centro de salud con una herida en el tobillo izquierdo, informó el Dr. Juan Arturo Montemayor Menchaca.
El profesional de la salud señaló que fueron los familiares del niño quienes notificaron el incidente al llevarlo al hospital. Indicaron que el agresor fue un perro adulto conocido como "Pastor Azteca" (corriente y callejero) de la localidad.
El protocolo que se sigue en estos casos consiste primero en valorar la herida para determinar sus características y necesidades. El Dr. Montemayor mencionó que generalmente no es conveniente suturar este tipo de heridas y es preferible dejarlas abiertas. En el caso del menor, se observó que tenía un trozo de tejido arrancado por el perro, por lo que se procedió con un adecuado lavado, curación y vendaje.
Se considera que la herida es de riesgo, aunque no tan grave como las heridas en cuello y manos. Se aplicó la vacuna correspondiente al menor y se programó un seguimiento durante la semana. Además, se proporcionaron las indicaciones médicas necesarias y se vigiló al perro.
El Dr. Montemayor destacó la importancia de seguir el protocolo para evitar riesgos, a pesar de que hace muchos años que no se presenta un caso de rabia en la región. Recomendó mantener a las mascotas en lugares sombreados, amarradas, con acceso a agua y alimentos, y supervisar que no presenten signos de hidrofobia, una enfermedad detectada por la aversión al agua causada por el virus en el cerebro.
"Si un perro muestra estos signos, se debe informar de inmediato a patología animal, quienes sacrifican al animal y realizan estudios para confirmar la presencia de hidrofobia", agregó el Dr. Montemayor.
Subrayó la importancia de identificar al propietario del perro para poder realizar el seguimiento adecuado.