Eran visibles las huellas de violencia en su cuerpo.
Por: Carolina Salomón
Con visibles hematomas en el rostro, presuntamente provocados por los golpes recibidos en los momentos previos a su muerte, fue velada Juanita Delgado Juárez, una mujer cuya historia de vida estuvo marcada por el dolor de haber perdido a dos hijos, la soledad y el alcohol.
El cuerpo fue entregado a sus familiares la tarde del jueves, quienes le dieron el último adiós en la Funeraria 288 el día de ayer.
A su lado estuvieron su padre, Manuel Delgado Rivera, sus hermanos, además de otros familiares que la despidieron con profunda tristeza, posteriormente, se le ofreció una oración y fue sepultada en un panteón municipal de la ciudad.
Originaria de la colonia Hipódromo, Juanita, de 62 años de edad fue la mayor de siete hermanos. En su juventud, se trasladó al estado de Puebla junto a su esposo, con quien formó una familia.
Sin embargo, la tragedia marcaría su destino para siempre: la muerte de dos de sus hijos en un accidente de construcción la sumió en un profundo dolor, del cual nunca logró reponerse completamente.
A partir de ese momento, el alcohol se convirtió en su refugio. Aunque le sobrevivieron otros dos hijos quienes residen actualmente en Puebla, ninguno estuvo presente durante el funeral, al menos su ausencia era visible hasta el mediodía de ayer.
Desde hace aproximadamente cuatro meses, se refugió en una deteriorada vivienda ubicada sobre la Avenida Oriente, entre las calles 4 y 6, donde compartía el espacio con varios hombres con problemas de adicción a las drogas y el alcohol. Era la única mujer en el lugar, y según versiones, fue víctima constante de violencia verbal y física.
Fue en ese lugar, considerado por vecinos como un nido de malvivientes, donde Juanita perdió la vida. De acuerdo con reportes de las autoridades, habría sido golpeada brutalmente por uno o varios individuos que terminaron causándole una lesión fatal en la cabeza.
Juanita Delgado Juárez fue una mujer con una vida difícil, siendo el alcohol su única compañía cuando tenia que calmar el dolor.