Por: Lluvia Estrada
Lorenzo Rodríguez, de 94 años de edad lucha sobrevive sin rendirse con la venta de yukis y frutas con chile
Tiene 94 años y pareciera que el tiempo se ha quedado congelado a su alrededor. Lorenzo Rodríguez, mejor conocido como “El Tío” día a día lucha por salir adelante por sus propios méritos, a bordo de una carrucha estirada por un burro recorre las calles del sur de Monclova vendiendo yukis y fruta con chile.
Periódico La Voz de Monclova visitó al “Tío” hasta su casa ubicada en la colonia Calderón, ahí se pudo constatar que el trabajo de este hombre empieza desde muy temprano y termina hasta las nueve de la noche, cuando ya vendió la mercancía. él mismo prepara su fruta además del hielo que vende.
A lado de su esposa la señora Bonifacia Pecina de 84 años de edad, agradeció derramando lágrimas el aprecio que tiene por la gente que lo estima y que diariamente le compra para que él se pueda ayudar y mantenga su casa.
Al día de hoy ha cumplido 56 años de salir a vender en las calles del sur de Monclova, antes se dedicaba a realizar labores de albañil y con el tiempo decidió formar su propio negocio para mantenerse.
El apodo de “Tío” fue creado por una niñita de apenas cinco años, quien sin falta todos los días acudía a comprarle un yuki y asegura don Lorenzo le hablaba con mucho cariño y ternura “ándele mi tiyito despácheme”, aunque tuviera fila de clientes esperándome, cuando ella llegaba la pasaba primero porque se ganó mi aprecio”.
La rutina diaria es levantarse a las seis de la mañana, lava su carrucha muy bien luego se mete a su casa a preparar la fruta, cortarla y pelar coco. Antes de salir no olvida darle de comer a los animalitos que tiene el patio de su casa, entre estos dos burros los cuales los turna durante la semana para salir a vender.
“Ándele mi tiyito despácheme”
> El apodo de “Tío” fue creado por una niñita de apenas cinco años, quien sin falta todos los días acudía a comprarle un yuki y asegura don Lorenzo le hablaba con mucho cariño y ternura “ándele mi tiyito despácheme”, aunque tuviera fila de clientes esperándome, cuando ella llegaba la pasaba primero porque se ganó mi aprecio”.
No importa si hace mucho calor, él siempre sale de su casa persignándose, encomendándose a Dios para que sea un fructífero día que le deje para alimentar a él y a su señora; además de comprar la mercancía que venderá al día siguiente.
Cuando hace frío se dedica a vender elotes calientitos, cambia mercancía para que la gente siga comprando.
“Deveras que le agradezco mucho a Dios que todos los días siempre me encuentro a gente buena en mi camino que me ayuda a terminar con la mercancía que traigo, es una bendición realmente poder aún caminar y preparar mi mercancía”.
Don Lorenzo es originario de San Luis Potosí y llegó a Monclova el doce de diciembre del año 1963, duró 15 años trabajando preparando piedra para molino, después en trabajos de albañilería. “Hasta que caí en cuenta de que me gustaba tratar con la gente y no se me dificultaba vender, así que con la ayuda de mi burrito empecer a salir a las calles”.
Hoy la única esperanza que tiene es que el todopoderoso le permita llegar a más de cien años, para seguir cuidando junto con sus siete hijos a su esposa que es aquejada por distintas enfermedades.
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EL TIEMPO SE HA QUEDADO CONGELADO
> Tiene 94 años y pareciera que el tiempo se ha quedado congelado a su alrededor. Lorenzo Rodríguez mejor conocido como “El Tío” día a día lucha por salir adelante por sus propios méritos, a bordo de una carrucha estirada por un burro recorre las calles del sur de Monclova vendiendo yukis y fruta con chile.
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Deveras que le agradezco mucho a Dios que todos los días siempre me encuentro a gente buena en mi camino que me ayuda a terminar con la mercancía que traigo”
Lorenzo Rodríguez 'El Tío.'
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