En la capilla de la sección 147, familiares y amigos se reunieron para rendir tributo a su memoria, compartiendo historias y recuerdos de una vida llena de amor y risas.
Por: Adriana Cruz
La tragedia se cernió sobre la familia Coronado al perder a su querida Carolina Elizabet, una jovencita de solo 16 años de edad, cuya vida se apagó de manera inesperada. El dolor y la tristeza se apoderaron de sus seres queridos, que ahora deben enfrentar un futuro sin la sonrisa y la alegría de su amada hija.
Carolina era más que una adolescente; era una joven con sueños y aspiraciones, que anhelaba estudiar criminología y hacer una diferencia en el mundo. Su corazón bondadoso y su espíritu sociable la convirtieron en una persona querida por todos aquellos que la conocieron.
En la capilla de la sección 147, familiares y amigos se reunieron para rendir tributo a su memoria, compartiendo historias y recuerdos de una vida llena de amor y risas. Su padre, Edén Coronado, no pudo contener las lágrimas al recordar a la "niña de sus ojos", cuya partida dejó un vacío irreparable en su corazón.
"La extraño ya no voy a ver su carita ni escuchar su voz", expresó entre sollozos. "Era bien amable, bien educada, soñaba con estudiar criminología. Era la niña de mis ojos".
La familia Coronado ahora enfrenta el doloroso proceso de duelo, pero encuentra consuelo en la fe y en los recuerdos de una vida que, aunque fue breve, estuvo llena de amor y alegría. "Tenemos que asimilar y entregarnos a la voluntad de Dios", dijo Edén Coronado.
Carolina Elizabet, fue ingresada de gravedad a un hospital de la localidad, tras encontrarla inconsciente en el baño de su vivienda, lamentablemente llego sin vida al nosocomio.