Servando pidió permiso para ir al baño, pero nunca regreso

Su profesor relata que el joven estudiante ese día “sonreía como nunca” e incluso se carcajeó con sus compañeros de clase, minutos antes de quitarse la vida

Por: Staff / La Voz

SAN BUENAVENTURA, COAHUILA. – Minutos antes de quitarse la vida, el joven Servando, les regaló una sonrisa y una carcajada a sus compañeros de clase y justo en el cambio de materia solicitó permiso para ir al baño; lamentablemente nunca regresó.

Como se informó a las 8:30 horas de ayer martes, el joven Servando Reyes de 19 años, alumno de la Escuela de Enfermería de la Cruz Roja de Monclova, terminó con su vida, lanzándose de la azotea del edificio, quedando tendido su cuerpo a la entrada del plantel educativo.

El día de hoy miércoles, en entrevista a PERIÓDICO LA VOZ DE MONCLOVA, el maestro de Servando Reyes, relató como fueron los últimos minutos que compartió con sus compañeros de clase.  

“El día que falleció Servando, por primera vez desde agosto que entramos a clases lo vi bajarse el cubrebocas. Tan respetuoso era, que era -de lo más serio en mi materia- se bajó el cubrebocas y sonríe. Tiró una carcajada de hecho, se carcajeó con su grupito de amigos”.    

El profesor cuenta que sus compañeros de clase de Servando le comentaron que él estaba muy contento, al punto que se salió del salón para poderse “carcajear a gusto”, en respeto a su profesor.

“Sonreía como nunca. Ese día me pidió permiso, terminamos de dar una clase, íbamos a hacer cambio de tema, estábamos preparando la computadora, cuando se acercó y me dice: “Maestro me da permiso para ir al baño”, fueron escasos 20 minutos lo que tardó en el baño cuando llegaron a avisarnos que un chico se había lanzado”, relata el profesor.

Dijo que para él fue una sorpresa el percatarse cuando salieron del salón de clases, que el chico que se había quitado la vida, era Servando, el mismo, que minutos antes había estado carcajeándose con sus compañeros de clase.

Finalmente expresó que siempre se va a quedar él y sus compañeros de clases, con la sonrisa y la alegría que les regaló ese trágico martes.

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