Pide justicia al no poder caminar ni hablar bien
Por: Mónica Meza
Diego Armando Jaramillo, el hombre que recibió una bala que se quedó en su columna exige justicia por lo que le pasó ya que tanto él, su esposa y más vecinos de Estación Fierro temen por su seguridad pues los caninos de Ferrmoex no paran de acosarlos.
Denise Lucero Tobías Hernández es quien habló ante la dificultad que presenta Diego Armando a quien al hablar le da tos, se queda sin aire, a causa de las heridas que le ocasionó la agresión que recibió por parte del guardia de la empresa de trenes.
Recordó que el día que lo balearon iban los tres, Diego, su esposa y su madre, iban de la calle 4, estaban brincado las vías cuando se oyeron las detonaciones de los balazos por parte de los caninos de la empresa a quienes por más que la gente les pedía que pararan nunca hicieron caso.
Luego de esto, Diego resultó lesionado y lo trasladar el día 23 de febrero al hospital, fue dado de alta el 28 de febrero, la bala le perforó la columna no la pudieron sacar, camina muy despacio y nadie ha respondido por lo que pasó, por lo que exigieron justicia.
Aunque los acusan de haber robado el tren ellos lo niegan, él tiene antecedentes de robo de chatarra, pero mencionó que ya pagó por lo que hizo en su momento.
TEMEN POR SU SEGURIDAD.
Hace 9 años Jesús Campos desapareció.
La pareja constantemente están siendo agredidos por los caninos, el pasado martes quisieron atropellar a Denise, ella venía de la colonia Ramos para comprar medicamento que le recetaron a su esposo cuando ocurrió el susto, dijo que si no se quita la matan, se asustó mucho.
“No puedo ni salir, yo venía con mi sobrino tenemos que brincar por ahí, me echaron la tronca y se carcajean”, Denise Lucero
Dijo que más personas están siendo víctimas de esto y acusó a los caninos de ser los responsables de la desapareció de Jesús Campos a quien engañaron con que le darían raid y nunca lo volvieron a ver, esto desde hace 9 años.
Por ello temen que les pase algo igual, pues mencionó que los guardias de Ferromex son justicia y nadie puede contra ellos, menos si son de bajos recursos.