Su muerte se suma a la de otros obreros que, en la incertidumbre, enfrentan no solo el desempleo sino también el abandono institucional
Por: Adriana Cruz
Emmanuel Saldaña Garza, trabajador del área de moldes y segmentos del Bof Colada Continua en Altos Hornos de México, perdió la vida en medio de la lucha social que miles de obreros han emprendido para exigir justicia y condiciones dignas. Su fallecimiento fue confirmado por Francisco Ríos, secretario sindical, quien lamentó que una vez más se escriba una historia de pérdida entre los trabajadores que llevan meses —y en algunos casos años— esperando soluciones.
Detrás de cada nombre hay una familia. Emmanuel no solo era un empleado más: era padre, hijo, hermano, amigo. Su muerte se suma a la de otros obreros que, en la incertidumbre, enfrentan no solo el desempleo sino también el abandono institucional. El silencio prolongado, la falta de respuestas y la nula acción por parte de las autoridades han dejado heridas profundas en quienes aún mantienen la esperanza de que las cosas cambien.
El sindicato ha señalado que muchos trabajadores han caído en depresión, otros enfrentan graves problemas económicos y algunos han tenido que migrar para buscar sustento, alejándose de sus hogares. Emmanuel es, tristemente, un reflejo de lo que está ocurriendo en Monclova y en toda la región carbonífera. Aunque las causas exactas de su fallecimiento no han sido confirmadas, su muerte revive el clamor colectivo: los obreros también son personas, también tienen derecho a vivir con dignidad.
La comunidad obrera espera que la justicia social llegue antes de que más vidas se apaguen. Que no se quede solo en palabras o promesas. Hoy se despide a Emmanuel con el dolor de la ausencia, pero también con la fuerza de una exigencia: que su muerte no sea en vano.