Por: victor fuentes
El Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer solicitó la vigilancia y protección para ellas
Al menos 600 viviendas de la ciudad donde se vivieron casos de violencia intrafamiliar, son vigiladas por elementos de Seguridad Pública Municipal, pues las víctimas temen que regresen sus agresores.
De acuerdo a la información proporcionada por la corporación policíaca, de febrero a diciembre, el Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer solicitó la vigilancia en poco más de 600 domicilios, donde viven víctimas de violencia intrafamiliar, quienes temen por su integridad.
Los domicilios fueron divididos en los diferentes sectores de vigilancia de la corporación, es por ello que los oficiales durante sus recorridos diarios visitan estas casas para verificar que todo esté tranquilo
Ante esto, el director de Seguridad Pública, coronel Victorino Reséndiz Cortez, comentó que actualmente tienen la solicitud de colaboración de la dependencia para garantizar la tranquilidad de las mujeres que viven en estos domicilios, quienes mantienen abierto un proceso legal contra sus parejas por violencia intrafamiliar.
Señaló que la dependencia solicita la colaboración de la autoridad, buscando que la presencia de los elementos policíacos inhiba a los agresores de regresar al domicilio para tratar de agredir nuevamente a las víctimas o tratar de exigirles retiren el proceso legal en su contra.
Aseguró que afortunadamente hasta el momento no se han detectado problemas en estos domicilios, sin embargo, es obligación de la autoridad continuar con los operativos de vigilancia para descartar cualquier conflicto.
“Contamos con una bitácora, así que los elementos que deben hacer los rondines de vigilancia deben llegar al domicilio para verificar que todo esté en orden y la persona firmar una hoja donde acredita que está recibiendo la seguridad”, afirmó el jefe policíaco.
De igual forma, Reséndiz Cortez comentó que el problema de violencia intrafamiliar en Monclova no es tan grave, sin embargo sí atienden algunos casos, especialmente los fines de semana o los días de quincena.
Señaló que el problema se agrava más en estos días, porque la derrama económica que tienen las personas los lleva a ingerir bebidas embriagantes que los hacen perder el control y ponerse agresivos con su familia.
Aseguró que al enfrentar un caso de este tipo, los elementos de la corporación actúan de inmediato para tratar de detener la agresión, incluso cuando es necesario y existe la aprobación de la víctima ingresan al domicilio para concretar la detención del agresor.
Dijo que muchas veces las mujeres no quieren que lo detengan o se lo lleven solamente que lo calmen o lo dejan encerrado por unas horas, mientras se le baja la borrachera y después ellas mismas acuden a pagar la multa para que recuperen su libertad.