Estefanía Yáñez, una joven residente de cirugía pediátrica proveniente de Querétaro, viajó a Monclova junto a sus padres con un propósito muy especial: presenciar el eclipse solar.
Por: Diana Ortiz
Estefanía Yáñez, una joven residente de cirugía pediátrica proveniente de Querétaro, viajó a Monclova junto a sus padres con un propósito muy especial: presenciar el eclipse solar.
Aunque su profesión la vincula con la medicina, su pasión por la astronomía la llevó a traer consigo un telescopio especial para observar el fenómeno.
Con gran entusiasmo, Estefanía compartió que adquirió su telescopio desde octubre del año anterior, cuando esperaban presenciar un eclipse que finalmente se vio frustrado por las nubes. Sin embargo, esto no la detuvo, y hoy, con la misma ilusión, desplegó su telescopio, adquirido a través de internet, para disfrutar del evento astronómico.
El costo del aparato rondó los dos mil pesos, y Estefanía destacó que se trata de un equipo especial con su propia protección solar incorporada.
Para ella, el eclipse es un evento único y extraordinario, que ocurre raramente en un mismo lugar. En México, el último eclipse solar observable ocurrió en 1991, lo que hace que presenciar este fenómeno sea una oportunidad que pocos tienen en la vida.
Con estas palabras, Estefanía resalta la magnitud y la importancia de este acontecimiento astronómico para aquellos que tienen la suerte de presenciarlo.