Por: Agencia
La iglesia Santiago Apóstol no tiene campana que suene, hace algunos años en el 2010, el INAH, Instituto Nacional de Antropología e Historia, indicó que las campanas no se tocarían más por seguridad del edificio, ya que cada vez que las campanas sonaban la torre se estremecía. Por tal motivo las 6 campanas que conformaban la torre fueron retiradas dejándolas recargadas en el nicho de la torre.
El día de hoy el templo histórico que embellece la ciudad de Monclova cumple 260 años desde su fundación y hasta ahora se ha conservado casi como en aquellos años. Un monumento fue construido en el año de 1993 en el patio principal frontal de la iglesia Santiago Apóstol, se integraron a un nuevo atrio, las antiguas campanas de la torre.
El muro de las campanas fue diseñado por el pintor monclovense Jesús Guajardo en 1993.
El 12 de agosto de 1698, don Alonso de León fundó la Villa de Santiago de la Monclova, trazó la plaza de la villa y en la parte norte se ordenó la construcción de una parroquia provisional.
En 1755 fue cuando se inició la construcción de la actual parroquia de Santiago Apóstol, y durante los años siguientes continuaron las modificaciones para finalmente lograr que luciera como ahora.
La parroquia fue bendecida y consagrada el 25 de julio de 1796, pero su construcción no fue concluida sino hasta 1810, lucía como un edificio aún sin concluir.
Cuando el presidente municipal David Cerna, allá por el Siglo XX decidió que a la parroquia se le edificara una torre cuadrilátera y con una cúpula en la parte superior, a la que se le instalaron 4 carátulas de cristal y en su interior el primer reloj con que contó la ciudad, esto fue inaugurado el 16 de septiembre de 1907, a las 2 de la mañana.
En 1946 se quitó la parte del reloj y se construyó la torre como se conoce hasta ahora.
El atrio de las campanas
El papel que jugó Monclova durante la Revolución Mexicana definiría su futuro de manera importante para los acontecimientos de aquella época.
Después de la firma del Plan de Guadalupe en marzo, Carranza es nombrado Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y se establece entre Monclova y Piedras Negras, hasta que el 10 de julio de 1913, las fuerzas federales al mando del coronel Joaquín Mass, atacan y se posesionan de Monclova y la región.
En marzo de 1914, se desarrollaron una serie de batallas en las que se enfrentaron las fuerzas carrancistas para arrebatar Monclova a los huertistas.
Representa un atrio de honor a la memoria que resguardan las campanas que por muchos años resonaron en la torre de la iglesia Santiago Apóstol y por lo tanto en todo Monclova.
Los lugares en los que se atrincheraron los federales fueron principalmente las áreas elevadas de la población
- La loma de la Bartola, punto intermedio entre Monclova y la estación de ferrocarril muy en auge en aquellos años.
- La loma de Zapopan con su tempo la Ermita.
- Y por último el Campanario de la iglesia Santiago Apóstol.
En las fotografías mostradas, se aprecian los huecos en las campanas que dejaron las balas que muy probablemente resonaron en todo Monclova.
Las campanas fueron retiradas de la torre y se tenían sobre una tarima. Hasta que el pintor Jesús Guajardo sugiere que se lleven a un atrio y se les rinda honor.
Por tal motivo en 1993 se inaugura el atrio donde actualmente se encuentran reposando las campanas. Como se menciona en la placa que hace honor a las campanas, el monumento se construyó con aportaciones del pueblo cristiano de Monclova, y se hizo para dignificar las antiguas campanas de la parroquia Santiago Apóstol, así como para honrar la memoria de quienes fundaron nuestra ciudad.
En entrevista con el pintor Jesús Guajardo menciona lo siguiente:
“Con la restauración que se llevó a cabo en la iglesia Santiago Apóstol a finales de los ochentas en Monclova, se fundieron nuevas campanas. Siendo yo un artista local fui invitado para realizar un diseño que albergara honrosamente al par de campanas que tantas veces convocaron con su tañido al pueblo de Monclova, esas campanas guardan mucha memoria en su silencio”.
Esto ocurrió en el año de 1993 y desde entonces dichas campanas yacen en los atrios que fueron diseñados por Jesús Guajardo y que de alguna manera están ahí, dando testimonio de lo que alguna vez ocurrió en ese lugar histórico.