Por: Héctor Guerrero
Llegó temprano por la mañana al Santuario de Guadalupe. Se persignó e hincó frente al altar de la Virgen de Guadalupe y comenzó a rezar fervientemente.
Sus rezos llamaron la atención del grupo de feligreses, a que a esa hora de la mañana van a dar gracias por un nuevo día.
Es Antonio Ojeda Garza, un hombre de 54 años de edad, que deambula por la ciudad.
“Vengo a agradecer que sigo vivo y que disfruté el 2019. Pero también para que la buena salud me acompañe en este 2020 que comenzó”, dijo a nuestro reportero.
Su actitud mueve a reflexión a todos en este arranque de año.
Ojeda recomienda acudir a la Iglesia cada vez que se pueda, y rezar, porque la fe mueve montañas.
“La familia es la base de todo, pero la fe y la esperanza te mantiene fuerte y con ganas de vivir.
De condición humilde, por su vestimenta, asegura que no le ha faltado nada.
“Cuando se muere uno no se va a llevar nada. El mundo se está llenando de vanidad, y lo bonito es tener un corazón limpio y seguir las instrucciones de Dios Nuestro Señor, de compartir y amar a tu prójimo.
Ojeda se levantó y encaminó a la salida de la Iglesia, donde fue abordado por nuestro reportero.
“Diles a todos que aprovechen este año para acercarse a la Iglesia y renovar su fe en Cristo Jesús.
Antonio Ojeda invita a reflexionar en este 2020.