Por: Mariela Pulgarín
La Asociación Civil Amigos del Río San Rodrigo denunció el gran daño ecológico que causa al afluente la extracción de material pétreo por parte de varias empresas.
Waldo Terry Carrillo, quien encabeza dicha asociación, señaló que de nada sirve el decreto emitido por la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, que declara la cuenca baja del río como zona de restauración, si no se erradica la extracción de material pétreo del afluente.
Comentó que durante la visita a Piedras Negras del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el pasado 5 de mayo, se le hizo entrega de una carta en la que se le explica por qué se debe erradicar la extracción de piedra del río y permitir la continuidad del flujo desde la presa La Fragua hasta el Río Bravo, no sólo por la cuestión del agua, sino por la afectación que se hace a los sedimentos, organismos y nutrientes que permiten sostener el equilibrio ecológico del cauce.
“Mientras esas dos condicionantes no se den, la restauración el Río San Rodrigo no será posible, y hay que reforzarla”, agregó el activista.
Mencionó que actualmente hay tres empresas que extraen material pétreo del río, y estimó que en la cuenca baja ya han sido afectadas alrededor de mil 200 hectáreas que también se han deforestado. “Es sólo lo visible, pero en el subsuelo todo el sistema radicular es un volumen similar de biomasa que se ha perdido debido a la extracción de material”, expresó.
Manifestó que si bien la Asociación Civil Amigos del Río San Rodrigo reconoce el acuerdo al que llegaron las autoridades para proteger el río, lo ideal sería frenar la extracción de material.
“Como se hace en países desarrollados, los ríos no deben destruirse, porque son parte del ecosistema que nos mantiene”, añadió Terry Carrillo.
Indicó que los ríos en México son tratados como en la época de la prehistoria: se descargan aguas residuales y se explotan sólo para obtener beneficio económico. “Los gobiernos no han conciliado el crecimiento económico con la sustentabilidad ecológica, y las ciudades han crecido a costa de destruir el medio ambiente”, señaló.
Aseveró que México participa en muchos acuerdos internacionales relacionados con la preservación y cuidado del medio ambiente, pero el trato que da a ríos y otros ecosistemas se contrapone.
“Por ello -dijo- se debe cambiar las políticas ya que hay otras fuentes para obtener el material de construcción que demanda el crecimiento”.
Finalmente, señaló que se han creado pasivos ambientales muy grandes a costa de la sociedad, como las poblaciones establecidas cerca del río. “Y lo estamos pagando, pues todo este daño que provocamos se revierte hacia la sociedad, no sólo a nivel local, sino mundialmente, con el cada vez más intenso cambio climático”.
Waldo Terry Carrillo, presidente de la Asociación Civil Amigos del Río San Rodrigo.