Por: Azucena Gonzalez
El sacerdote asesor de la Casa del Migrante “Frontera Digna”, José Guadalupe Valdés Alvarado, manifestó que, aunque aún existe la incertidumbre de cuál será la tercera ciudad por la que se lleven a cabo las repatriaciones, Piedras Negras se debe de preparar para cualquier situación, ya que la migración no se detiene.
Destacó que hay incertidumbre, ya que aún se desconoce dónde serán colocadas las personas que serán repatriadas, las cuales tienen que esperar el asilo político y aún están por decidir entre Piedras Negras, Laredo y Matamoros.
“Dios quiera y que no suceda lo de la espera de asilo, porque esto lo debe hacer cada país que ha recibido a los migrantes; segundo, nosotros nos tenemos que preparar para cualquiera de las dos situaciones, porque no se detiene la migración, mientras no se quiten las causas de la migración”, expresó.
En este sentido, dijo que Piedras Negras es una ciudad segura, sin embargo, es muy chica y 18 mil migrantes, son el 10 por ciento de la población, “aumentarle el 10 por ciento a una ciudad, es muy difícil para la atención, por lo que tenemos que estar en un diálogo muy continuo con migración porque de ahí dependerá la regularización de las personas”.
Indicó que Piedras Negras actualmente cuenta con la capacidad de atender a los que están llegando, ya que en este momento se cuenta con una población flotante de 120 migrantes.
“No tenemos ninguna capacidad para atender a los que vayan a venir de Estados Unidos, necesitamos albergues, como naves industriales o que la federación construyera albergues especiales, lo cual, ni soñado, es imposible que de la noche a la mañana el gobierno federal construya un albergue”, concluyó.