Por: Mariela Pulgarín
Las personas depresivas deben estar rodeados de una red de apoyo, por amigos y familiares que los orienten o apoyen a buscar ayuda profesional para que sepan manejar sus emociones que en ocasiones pueden desencadenar en suicidio.
Sonia Gabriel Sarkis Villarreal, psicóloga de la Línea de la Vida, dijo que no se deben dejar solos a las personas que tienen problemas de cualquier índole, ya que cualquier crisis puede provocar emociones fatales.
Observó que hablar de suicidio no difunde más esta intención, “por el contrario, al hablar de esta situación está comprobado que baja la ansiedad y previene de una situación peor”.
Según este programa, “Línea de la vida 911”, son los adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 29 años de edad los que estadísticamente han intentado o logrado suicidarse, la mayoría hombres.
Para cometer suicidio interfieren varios factores, desde adicciones, pérdidas económicas o de seres queridos, disfunción familiar, separación, acoso, entre otros.
Por ello, el programa lleva un amplio enfoque preventivo a hacia estos grupos de edad, en escuelas y centros de trabajo con pláticas y acciones que les permite conocerse, entender y apoyar la depresión.
La intención de la Línea de Vida es hacerles saber a las personas que, no importa lo grande del problema, no están solos, y que deben platicar la situación a través de este medio o en las clínicas de salud, señaló.
Familiares y amigos suelen atribuir los altibajos de carácter como parte de la personalidad o una etapa pasajera de quienes la padecen, lo que impide detectar cambios de actitud y poder prevenir accidentes como violencia extrema o incluso atentar contra la propia vida.
IDENTIFICAR EL RIESGO SUICIDA
La persona ya ha pensado o mencionado el suicidio como posibilidad, el riesgo aumenta si tiene cambios de personalidad, tiene un comportamiento agresivo o rebelde, abandona su apariencia personal, cambio de alimentación y sueño, aislamiento de la familia, amigos o de alguna actividad habitual.
Otros factores de riesgos, cuando la persona dona sus objetos estimados, no se contempla a futuro, ha abandonado todo interés por el orden y la limpieza, escribe mensajes con intención o incluso un plan suicida, entre otros síntomas que requieren de buscar ayuda profesional.
CUIDAR LA SALUD MENTAL
Al detectar síntomas de estrés, los especialistas recomiendan buscar actividades que aminoren estos efectos en el cuerpo como el ejercicio, caminatas, el baile, la meditación, escuchar música, leer o escribir.
Pero la persona debe mantenerse alerta a la compulsión como comer demasiado o muy poco, dormir mucho, lo que muestra ansiedad y puede manifestarse con caída de cabello, constipación e irritabilidad.
Al buscar un equilibrio se debe descansar entre actividades para permitir que el cerebro descanse, establecer prioridades y estar importancia a cosas que no las tiene o no se pueden control, ejercitar el cerebro con juegos mentales y destrezas, alimentarse adecuadamente y con horarios regulares.
CADA CUARENTA SEGUNDOS OCURRE UN SUICIDIO: ONU
Pese al aumento de países que cuentan con estrategias nacionales para la prevención del suicidio, la Organización Mundial de la Salud recordó que cada 40 segundos se suicida una persona.
En conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebró el 10 de septiembre, el director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, exhortó a todas las naciones a instaurar programas de salud para prevenir que se cometan este tipo de actos.
“Cada muerte es una tragedia para familia, amigos y colegas. Ahora bien, los suicidios pueden prevenirse. Hacemos un llamamiento a todos los países para que incorporen de forma sostenida en sus programas nacionales de salud y formación estrategias de eficacia probada para la prevención del suicidio”, dijo. Hasta el momento solo 38 naciones lo hacen.
Los jóvenes, entre los principales afectados
Por otra parte, el suicidio se ha convertido también en la segunda causa de muerte más importante entre jóvenes de 15 a 29 años, tras los accidentes de tráfico. Entre los adolescentes de 15 a 19 años fue la segunda causa de mortalidad para las niñas (precedida únicamente por las afecciones maternas) y la tercera entre los niños (tras los accidentes de tránsito y la violencia interpersonal).
El ahorcamiento, la intoxicación voluntaria por plaguicidas y las armas de fuego fueron los métodos de suicidio más frecuentes y la disminución de ese tipo de actos se logró principalmente a través de la restricción del acceso a los medios de suicidio.