Forma parte de la Congregación de Misioneras Combobianas desde hace 10 años y actualmente reside en país de Israel
Por: Teresa Muñoz
NUEVA ROSITA, COAH.- El Padre José Luis Hernández Bermea, de la parroquia "Nuestra Señora de Guadalupe" en Nueva Rosita, anunció en conferencia de prensa la próxima ceremonia de Votos Perpetuos de Lorena Cecilia Sesatty Sáenz como Misionera Comboniana.
Este significativo evento se llevará a cabo el 16 de noviembre a las 18:00 horas en la parroquia, con la presencia de Monseñor Alfonso Gerardo Miranda Guardiola.
Lorena Cecilia Sesatty Sáenz, originaria de la Región Carbonífera, regresó a su ciudad natal Nueva Rosita, Coahuila para compartir esta importante noticia con la comunidad destacando que les dieron opción de realizar los votos en Italia pero ella decidió regresar a su ciudad de origen.
Expresó su agradecimiento a Dios y, a la comunidad por el apoyo recibido a lo largo de su vocación, especialmente durante su tiempo en Israel desde los últimos 2 años.
Lorena destacó la importancia de esta celebración, no solo para ella, sino para toda la comunidad que ha sido parte de su camino vocacional.
La misionera recordó que este año celebra una década desde que ingresó a la congregación de las Misioneras Combonianas en 2014. Durante estos años, ha vivido experiencias significativas que han fortalecido su fe y compromiso.
Mencionó su profundo agradecimiento hacia la parroquia, la Diócesis y la comunidad por el apoyo constante, invitando a todos a unirse a la celebración de sus votos perpetuos.
Sesatty Sáenz ha servido como consagrada desde 2018, cuando realizó sus primeros votos en Ecuador, desde entonces, ha trabajado en la Provincia de Medio Oriente, incluyendo estancias en Dubái y Jordania, y más recientemente en Jerusalén.
Su labor ha incluido el apoyo a refugiados y la promoción del entendimiento intercultural, experiencias que han enriquecido su vocación misionera.
Sobre el conflicto en Israel, Lorena expresó su dolor por la situación, destacando el sufrimiento de las familias afectadas por años de conflicto. A pesar de las dificultades, su amor por Israel y Palestina permanece fuerte, y su fe la impulsa a seguir trabajando por la paz y la reconciliación en la región.
Finalmente, Lorena compartió que su vocación misionera es un regalo de Dios, inspirado por el deseo de compartir la alegría de sentirse profundamente amada.
Agradeció a su familia y, a la comunidad por ser pilares en su vida, y destacó cómo su fe ha sido fortalecida a través de las pruebas y desafíos que ha enfrentado.
Con un corazón lleno de gratitud, Lorena invitó a todos a celebrar juntos este momento de consagración y alegría compartida destacando que posterior a la ceremonia se llevará a cabo una gran convivencia con la sociedad en general que deseen asistir a este acontecimiento.