Lamentablemente su padre no tuvo la misma suerte.
Por: Teresa Muñoz
MINERAL DE RANCHERÍAS, COAH.- ¡Corrí por mi vida! expresó Alberto Emanuel Cruz Briseño, quien se encontraba laborando en una mina vecina a la “Micarán” que terminó inundada existiendo la amenaza de colapsar también el desarrollo donde este se encontraba.
Al recordar el episodio de la tragedia que ahora lo marcará de por vida pues el complejo minero inundado atrapó a su padre Gonzalo Cruz Marín de 55 años de edad, el minero relata “Yo fui de los que estuvieron debajo de la mina que se ubica a un lado de la siniestrada pero otro compañero fue y nos avisó a mí y, a otros conocidos que se había reventado una mina y que el agua estaba fluyendo demasiado rápido, en ese momento yo no sabía que era el centro de trabajo donde laboraba mi papá”, expresa.
“Nosotros no creímos lo del siniestro pues decíamos, no hay agua en estos lugares, y seguimos tranquilos “Jalando” dice hasta que les dijeron ¡es en serio, hay viene el agua vámonos, vámonos!
En eso Alberto relata que salió corriendo primero uno y luego otros 2 compañeros suyos, “Yo lo que hice, me vine tranquilo bajé y ya no encontré a ningún otro compañero, habían corrido para salvar sus vidas”, dijo el minero.
Agregó que el accidente pudo haberse evitado de contar con la seguridad necesaria, pues el agua que ingresó a la mina salió de un tajo inhabilitado el cual se reventó producto de las recientes lluvias registradas en el Municipio de Múzquiz.
Mencionó que para el lado Norte y Sur andaba gente trabajando, en el crucero 5 estaban tres personas a quienes conoce por los apodos de “Chinaco”, Pedro Ramírez, y Mauricio en tanto en el nivel 6 andaba su papá Gonzalo Cruz quien se desempeñaba como bombero en la mina, cabe señalar su cuerpo fue recuperado el pasado domingo cerca de las 10:00 de la mañana.
Agregó que en el crucero 7 se quedaron atrapados “Polito”, “Chinto” y “Damián”. Señaló que la mina tiene una profundidad de aproximadamente 150 metros, y los niveles de los cuales habla se ubican a unos 100 metros de profundidad, inundándose del nivel 4 hacia el 9.
Comentó que en la mina que el andaba trabajando se encontraban nueve personas, todos salieron y se pusieron a salvo, “Fuimos a ver la mina Micarán, pero nadie salió, el agua los arrastró es lo más seguro ya que pregunté si mi papá había alcanzado a salir, pero me dijeron que no”.
“Observé que la corriente se tragaba pilotes, piedras y poco a poco las paredes se colapsaban, toda el agua estaba muy fuerte, finalmente añade que después de estos hechos ya no bajó a la mina donde murió su padre y no por miedo, simplemente no quiso bajar, dijo.
De esta situación enteré a una de mis hermanas quien fue la que comunicó de los hechos a mi madre la cual está totalmente desecha por lo ocurrido pues ella aseguraba que mi padre iba a salir”.
“Hoy solo pienso en mi familia pues desde que tenía 18 años trabajo en estos desarrollos, tengo 35 años de edad en la actualidad y soy padre de 4 hijos de 12, 9, 5 y un bebé de 3 meses de nacido a los cuales no quiero dejar desamparados si llegara a suceder algo así”.
“Mi esposa ya no quiera que vuelva a las minas y mis hijos tampoco porque sí está canijo, pero uno lo hace por los hijos, hay que pensar en ellos, en su bienestar”, refirió Cruz Briseño.
“Yo siempre he trabajado en minas, me gusta mi trabajo y es lo que sé hacer, entonces ya veré que hacer”, expresó a LA VOZ.