Dan a conocer semblanza del prestigiado y destacado muzquense.
Por: Teresa Muñoz
MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- Un altar de muertos dedicado al Doctor, Raymundo Cervera Romo quien fue dirigente del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue elaborado en dicho Instituto Político y presentado la noche del martes a la familia del extinto galeno y destacado muzquense.
El líder del tricolor, licenciado, Luis Fernando Santos Flores fue el anfitrión al recibir a los asistentes que escucharon con atención la semblanza del médico.
Como parte de la biografía se dio a conocer que el doctor Raymundo nació un viernes 13 de agosto de 1953, sus padres fueron Raymundo Cervera Sánchez y Vela Romo Maltos.
Fue el mayor de 3 hermanos, Jorge Hugo Cervera Romo y Artemisa Delia Cervera Romo. Vivió una infancia feliz, platicaba de sus aventuras infantiles con los amigos de la cuadra y en la escuela Club de Leones donde cursó su primaria.
La vida a veces es muy dura y desgraciadamente la muerte le arrebató a su padre a la edad de 12 años, hasta sus últimos días platicaba de cómo lo extrañaba, sin embargo, no se dejó vencer, tanto él como su madre y hermanos, lograron salir adelante.
El Galeno estudio en la Lucio Blanco y posteriormente cursó el bachillerato en la prepararía federal “Francisco I. Madero”, en la ciudad de Nueva Rosita.
Su vocación lo llevó a estudiar la carrera de Odontología por lo que en el año de 1971 se desplazó a Torreón, Coahuila a fin de estudiar esta noble profesión.
Durante su primer año, le escribía cartas constantemente a su madre, todas las terminaba con la frase “Voy a ser un Triunfador”. Del segundo año en adelante, su madre y hermanos se mudaron a Torreón, graduándose el galeno en 1976 y pocos años después, regresó a su querido Múzquiz.
Siendo un joven egresado, regresaba al pueblo con la ilusión de vivir honradamente de su profesión, desempeñándose como un excelente dentista, la mayoría de los pacientes lo buscaban por su particular forma de hacer extracciones, generalmente recibía al paciente que la mayor parte de las veces llegaba nervioso o hasta asustado.
Platicaba un rato con él, de manera desenfadada y a veces hasta contando chistes, ya con el paciente tranquilo y relajado, seguía platicando unos minutos más, les decía –vamos a empezar- y casi 5 a 10 minutos después, terminaba con su “Ya acabamos”, ¿Cómo ya? Contestaban los pacientes con una mueca que les daba sorpresa con alegría, al descubrir que con el doctor Cervera no dolía.
En 1982 tuvo la suerte de casarse con Idalia Ortiz, una gran mujer con la que engendró 4 hijos: Raymundo Daniel, Armando, Alejandro y Abel.
Fue una persona multifacética pues además de dentista, creció como Presidente de Auto Transportes Múzquiz-Rosita, trabajó en la minería y dedicó muchos años de su vida a la política, desempeñando diversos puestos.
Al doctor Raymundo Cervera, le gustaba mucho ayudar a la gente en sus diferentes trabajos impuestos, siempre tendió una mano a quien lo necesitara, sin esperar ningún tipo de beneficio, tal vez por eso era tan buscado.
Era una persona muy culta, le gustaba mucho hablar de historia universal, de historia de México e historia de Múzquiz así como de literatura, filosofía y ciencias, tener una plática con él, siempre fue enriquecedor, siempre se aprendía algo.
En sus pláticas, no podía faltar la música, uno de sus grandes amores, una plática que, si viera el tiempo, no tendría fin.
Le fascinaba el deporte, podría durar horas y horas hablando de estadísticas y datos ya sea de béisbol, futbol americano, soccer y box, tanto así que fue cronista deportivo en la radio y televisión local.
Raymundo amaba la naturaleza, una de sus posesiones más sagradas era su jardín, le gustaba mucho sembrar árboles, lo que le dio muchos frutos de temperada: duraznos, naranjas, mandarinas, limones, nueces, melones y hasta uvas, todas las mañanas regaba sus queridos árboles, ellos le daban el lugar de paz.
En diciembre del 2012, fue un mes muy triste, llegó el fatídico diagnostico cáncer de cólon, el Dr. Cervera Romo, vivió y sufrió una batalla a la que nunca renunció, igual que un guerrero la peló siempre con la frente en alto, siempre con una sonrisa y a veces hasta con humor y lo venció dos veces.
Ocho años después de ese primer diagnóstico, no pudo ganar el tercer round, el 3 de julio del 2021, el doctor, emprendió el viaje sin retorno, dejando un vacío en su familia, amigos y su querido Múzquiz.
Raymundo fue un excelente hijo, hermano, padre, amigo, ciudadano y aunque en muy poco tiempo también abuelo.
Era un hombre enérgico, trabajador, con un gran sentido del humor, era un enamorado de la vida, lleno de recuerdos y anécdotas memorables y siempre con proyectos en puerta, una persona que con un simple apretón de manos y viendo a los ojos transmitía confianza o dando su palabra con voz grave en tiempos en que la palabra tenía el mismo valor que el oro.
Para quienes alguna vez lo saludaron, convivieron, platicaron o tuvieron la suerte de reír con él, saben que siempre fue un optimista, siempre veía lo mejor de cada situación, incluso en la enfermedad, su legado siempre estará aquí.