Impacto de la violencia infantil: Caso de Brisa Isela en Coahuila

El trágico final de Brisa Isela en Coahuila genera reflexiones sobre la violencia que afecta a los más jóvenes.

Por: Teresa Muñoz

NUEVA ROSITA, COAH.- A Brisa Isela Castellanos Márquez, la niña de 12 años de edad que fue asesinada en el Municipio de San Juan de Sabinas, la recordarán no solo por la fuerza de sus puños, sino por la grandeza de su alma.

Desde muy pequeña, la vida le exigió valentía, enfrentó la adversidad con temple y coraje, aprendiendo a boxear no por afición, sino como una forma de defensa personal, en un entorno que muchas veces se mostró cruel.

Sus conocidos la describen como una niña aguerrida, pero con un brillo especial en la mirada que, transmitía una ternura desbordante.

Su historia, marcada por sueños rotos y desafíos constantes, se convirtió en una lección viva de resistencia puesto que, en cada combate, no solo peleaba por ganar, sino por protegerse, por mantenerse firme ante quienes le causaban daño.

Aquellos que compartieron su camino, coinciden en que Brisa, nunca perdió la capacidad de empatizar, de brindar una sonrisa, incluso en medio de las tormentas personales que enfrentaba, era, además, una alumna muy destacada en su escuela.

Los entrenadores y compañeros de gimnasio donde practicaba, aseguran que su disciplina y pasión eran contagiosas. 'Siempre llegaba con determinación, pero sin perder esa dulzura que la hacía única', a pesar de las dificultades Brisa se convirtió en un símbolo de inspiración para quienes la rodeaban, mostrando que la fortaleza también puede ser sinónimo de ternura.

Por ello, Brisa Isela Castellanos Márquez, seguirá en el cielo siendo la niña valiente, aguerrida de corazón, pero con una nobleza en el alma que perdurará por toda una eternidad.

El cuerpo de la menor de edad, fue velado en la capilla Martínez, de ahí fue oficiada una misa de cuerpo presente en la parroquia Guadalupe siendo el padre José Luis Hernández Bermea quien emitió el mensaje y palabras de aliento a sus padres Gloria Marisa y Juan.

Al término de la liturgia, donde el sacerdote enérgicamente exigió a nombre de la iglesia, justicia para Brisa, el féretro con los restos de la niña, fue desplazado a la carroza para dirigirse al panteón Santa Rosa.

Mientras tanto, una menor de edad, entre lágrimas cuestionaba 'Porque le hicieron eso abuelita, no quiero que se vaya Brisa, no quiero que se la lleven'.

Cabe señalar, fue durante la mañana del viernes, cuando se dio a conocer a su familia que la identidad del cuerpo localizado sin vida en un paraje del ejido Santa María correspondía a Brisa.

Tal y como fue del dominio público, Brisa fue reportada desaparecida el 8 de junio, encontrando su cuerpo 10 días después en el ejido Santa María, con ello se dio el aseguramiento de 2 personas un hombre identificado con el nombre de Luis N autor material de estos hechos, capturado en la zona sur de la ciudad de Monterrey, Nuevo León pero quien residía en esta localidad, además de una mujer como cómplice, de profesión docente, identificada con el nombre de Ana N, ambos ahora recluidos en el CERESO de Saltillo.

A Brisa le arrebataron la vida estrangulándola, sus fuerzas a pesar de aprender boxeo y defensa personal, no le permitieron escapar del captor quien ahora es procesado junto con su cómplice por encubrimiento.

Sus compañeritos de escuela, le brindaron el último adiós, portando globos en color blanco entre sus manos y, escuchando la liturgia en la parroquia, rodeando el féretro que contenía el cuerpo de la pequeña.

'Ustedes la conocieron, ustedes saben quién fue Brisa, recuerden todos los momentos que pasaron con ella, cuando platicaban con ella, cuando se enojaban, porqué ella ya no va a estar aquí, pero sí en sus corazones, denle gracias a Dios porque la conocieron, valoraron su amistad y, estuvieron ahí, para ella pues desde el cielo muy seguro, ella intercederá por cada uno de ustedes', externó el padre.

Familiares, amigos y vecinos, le dieron el último Adiós, recordando sus anécdotas, sus metas por cumplir y ese espíritu indomable que dejó huella en todos pues fue una niña que vivió con el corazón en la mano.

'Su lucha no fue en vano', el legado de Brisa Isela, a pesar de su corta edad, perdurará en quienes la conocieron como una guerrera con alma de niña, que supo defenderse del mundo, sin perder jamás la nobleza de su esencia.

Hoy su historia, conmueve y obliga a reflexionar sobre la infancia, la violencia y la importancia de tender la mano antes de juzgar.

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