Por: Staff / La Voz
Por: Yolocamotes
Algún día dentro de miles de millones de años, seres de otros mundos se sorprenderán al encontrar una vieja nave procedente de una civilización desconocida.
El artefacto con antena que apunta silenciosa hacía el vacío sideral, tiene el nombre de Voyager (Viajero) y procede de un lugar llamado tierra.
Esta nave enviada al espacio desde nuestro planeta a la mitad de la década de los setentas, cuenta en su interior con un disco de oro que contiene saludos en 55 idiomas del planeta, así como la historia de nuestra civilización y 90 minutos de música.
También el lenguaje de las ballenas, pozos de lodo burbujeantes, perros ladrando, el estruendoso despegue del cohete Saturno 5 y las ondas cerebrales de una joven mujer enamorada.
Lorenzo Barcelata Castro, compositor y actor mexicano.
Muchos quizás hemos escuchado hablar de la sonda Voyager la cual se envió al espacio exterior con la esperanza de comunicarse con vida extraterrestre.
La nave en su viaje ya pasó por júpiter, Saturno, urano y Neptuno, con la esperanza de que alguien las encuentre algún día.
El Voyaguer viaja en la actualidad a una velocidad aproximada de 57 mil 500 kilómetros por hora, lo que pocos saben es que en ella viaja de cierta forma un artista mexicano; me refiero a Lorenzo Barcelata, el Viajero interestelar.
Recapitulemos, en la segunda mitad de la década de los años setentas del siglo 20, un grupo de expertos de la ciencia y la cultura junto con el científico planetario Carl Sagan seleccionaron piezas musicales que viajarían en la sonda Voyager.
Se eligió el concierto de Brandemburgo de Bach, La Flauta Mágica’ de Mozart, la Quinta Sinfonía de Beethoven y el Rito de Primavera de Stravinsky por ser considerdas obras maestras de la música.
Se decidió además incluir otras piezas musicales más populares como gaitas de Azerbaiyán, una saga de la India, percusiones de Senegal, el canto de iniciación femenina de los Pigmeos del Congo.
Repentinamente Carl Sagan decidió incluir un huapango en representación de México y la pieza elegida sería El Cascabel del compositor y actor mexicano Lorenzo Barcelata Castro nacido el 24 de julio de 1898 en Tlalixcoyan, Veracruz el cual llegaría a ser uno de los compositores más aclamados de aquel estado.
Las razones por las que El Cascabel de Barcelata fue seleccionado para ser enviado al espacio fue debido a que Carl Sagan encontró esta pieza musical sumamente interesante, según el astrónomo en ella había un intercambio de solos característicamente mediterráneos con una rapidez en el arreglo y en el encadenamiento de procedencia africana.
Consideró que este huapango tenía demás características del jazz americano y del blues además su efecto en el cascabel era intenso la orquesta del mariachi de Barcelata a pesar de su impresionante tamaño y de la cantidad de tonos y como un banco de peces voladores que brincan sobre el agua.
Guitarras y guitarrones bombean el ritmo con la misma energía con la que va se harían a paletadas el carbón de un buque para que no se hundiese, cornetas y violines se unen en un intercambio rápido las voces todas masculinas finalizan con un corte brusco en la figura descendente descrita por violines y las trompetas parece que todo se ha acabado con tanta prisa como empezó.
Precisar que el fandango flamenco dio origen a la música huasteca por consiguiente el huapango de Barcelata sería un digno embajador de la música del planeta.
También hubo otros factores más de índole terrestre las cuales permitieron que el cascabel pudiera viajar al espacio, resulta que las empresas disqueras en México se rehusaron a incluir en la sonda espacial a cualquiera de sus artistas sin que recibieran el correspondiente pago de regalías.
Afortunadamente la NASA obtuvo el permiso de los dueños legales de la pieza musical para incluirla en el disco de oro de la sonda Voyager.
El espacio de almacenamiento fue tan sólo de 90 minutos de música y poco más de 100 imágenes, por cierto, Barcelata no era un autor desconocido en los EUA, en vida el cantautor mexicano escribió grabó y registró 214 canciones con la compañía Peermusic más otras 41 canciones no registradas.
Se eligió el concierto de Brandemburgo de Bach, La Flauta Mágica’ de Mozart, la Quinta Sinfonía de Beethoven.
Además, participó en el nacimiento del cine mexicano ranchero compuso por ejemplo “Allá en el Rancho Grande” en 1936 y actuó en la cinta homónima que dio pie a la industria cinematográfica mexicana.
Junto a un cuarteto tamaulipeco, Barcelata realizaría una gira de 52 semanas en los EUA hasta dos de sus miembros fallecieron a causa de un accidente automovilístico.
En 1941, María Elena, su canción más famosa fue interpretada por diversos cantantes estadounidenses. Fue traducida al inglés y grabada por la orquesta de Lawrence Welk. Barcelata por desgracia fallecería en la Ciudad de México el 13 de julio de 1943 a los 45 años de edad a causa de una infección de cólera. Sus restos reposan hoy en día en el panteón Español.
Quién diría que 34 años después de su muerte, su música despegaría al espacio y aunque las posibilidades de que una civilización extraterrestre encuentre las sondas Voyager en el inmenso vacío del espacio sean escasas, el equipo científico a cargo de las sondas presidido por Carl SAgan se tomó muy en serio el mensaje contenido en ellas.
Podemos comparar las sondas como una especie de botella que flota en el océano estelar y cuyo mensaje no se encuentra escrito en papel sino en el lenguaje universal de la música de distintas épocas y culturas.
Su contenido nos debe llenar de orgullo como mexicanos pues un digno representante de la tierra de los hijos del sol salió del sistema solar a través de su música.
Lorenzo Barcelata durante su corta vida jamás se rindió por alcanzar sus sueños de crear música aún ante las críticas de quienes le decían que mejor se dedicará a otra cosa.
Hoy a varias décadas de que las sondas dejarán la tierra para adentrarse al desconocido y vasto universo, no sabemos si el mensaje alguna vez sea escuchado y respondido por alguno de los habitantes de los más de 300 trillones de estrellas donde giran un número mayor de planetas, pero de lo que si estamos seguros es que Barcelata es el mexicano que más lejos ha llegado en el universo.