Por: Alma Flores
NUEVA ROSITA, COAHUILA.- “Madre perdóname, creo que voy a morir”, así se despidió Miguel Ángel Ramos de su progenitora vía telefónica después de caer del tren, hoy afortunadamente es atendido en un hospital para sanar sus lesiones. El joven Miguel Ángel Ramos Carreón quien resultara con múltiples lesiones en el rostro y en diferentes partes del cuerpo al caer del tren en movimiento en la ciudad de Sabinas, el pasado jueves, narró a La Voz el drama que vivió en esos momentos.
El ciudadano originario de Puebla señaló que venía de Piedras Negras después de intentar buscar el sueño americano el cual no logró porque fue abandonado por un grupo de hondureños con quien había decidido emprender su aventura.
Menciona que se dirigía a Saltillo con la intención de llegar a su casa pero llegando a Sabinas el sueño lo venció y cayó fuera de las vías férreas salvándose de milagro de morir despedazado.
Cuando recobró el conocimiento solicitó auxilio con los vecinos cercanos al ferrocarril y una familia al ver el estado del joven solicitó la ambulancia de la Cruz Roja Mexicana quienes le brindaron los primeros auxilios, posteriormente fue trasladado al Centro de Salud de esta localidad donde se encuentra hospitalizado,
Miguel Ángel Ramos de 20 años de edad, soltero, recordó que solamente se despidió de su madre vía telefónica porque pensó que iba a morir al verse bañado en sangre producto de las lesiones que presentaba en el cráneo y en el rostro, que afortunadamente no pusieron en riesgo su vida.
“Madre me quiero despedir de ti, siento que muero, me acabo de caer del tren” fue lo que le dijo a su madre vía telefónica, lo cual destrozó a quien le dio el ser la cual le gritaba no me digas eso hijo, lucha por tu vida, te quiero ver de regreso en casa.
Prosigue el joven y dice, “Agradezco a la familia que me apoyó”, se trata de un hombre y su mujer ya que de no haber sido por ellos yo no estuviera con vida”.
“Les dije por favor llámenle a mi mamá y al comunicarme con ella, gracias a Dios me contestó, le dije: discúlpame, la verdad tuve un accidente y no creo que la libre, ya me voy a morir”, dijo durante su relato.
Dijo que fue tanta su desesperación de no aguantar el dolor de cabeza y de espalda, que se acostó en el piso, cuando llegaron los policías le decía “ya por favor dispárenme, ya no quiero seguir sintiendo dolor”.
Añadió “me decían no te preocupes muchacho, te vas a recuperar y mi mamá gritándome por el teléfono me decía, tranquilo hijo tú te vas a aliviar”.
Fue entonces cuando llegó la ambulancia y los paramédicos pusieron a Miguel Ángel en la camilla para llevarlo al hospital.
Cuando fue atendido, los médicos se sorprendieron porque vieron que estaba consciente.
Mencionó que su intención de ir a los Estados Unidos, era progresar y mandarle dinero a sus papás, pero primero llegó a la Ciudad de Monterrey, ahí conoció a unos hondureños y entre sus pláticas lo convencieron para ir a la Unión Americana.
“Me dijeron que tendría una mejor vida, que ganaría muchos dólares”, señaló.
Miguel aceptó irse con sus nuevos amigos, viajaron hacia Piedras Negras y al cruzar la frontera, lo dejaron ahí abandonado.
Se regresó, le informó a través de Facebook a su madre que regresaría a Puebla, ella le dijo que lo esperaba con los brazos abiertos.
Ahora, Miguel Ángel se encuentra desesperado y ha perdido las ilusiones, “me trepé al tren y terminé aquí en el hospital”.