La familia de Alejandro Hernández cambió totalmente desde el 25 de enero de 1998, cuando murió el minero.
Por: Teresa Muñoz
VILLA DE ESPERANZAS, COAH.- A 36 años de la explosión registrada en la mina Cuatro y Medio que cobró la vida de 37 mineros, uno de los hijos de las víctimas relata cómo ese día cambió su vida para siempre.
Se trata de Alejandro Hernández González quien relata él tenía 16 años cuando ocurrió el accidente que cobró la vida de su señor padre también de nombre Alejandro.
“Mi mamá se enteró primero de los hechos. Estaba en la casa cuando le avisaron que había una explosión en la mina, yo me enteré horas después de la tragedia”, dijo.
Su padre, Alejandro Hernández Tobías, era uno de los mineros que trabajaba en la mina Cuatro y Medio, donde se produjo una acumulación de gas metano que provocó una fuerte detonación. Alejandro tenía cerca de 42 años y era el sustento de su familia, compuesta por su esposa y cuatro hijos.
“Mi padre era un hombre trabajador y honesto. Siempre nos enseñó a ser responsables y, a luchar por nuestros sueños. Él quería que estudiáramos Pero después de su muerte, todo se complicó”.
A pesar de las dificultades, Alejandro dice que no se rindió y que siguió adelante con su vida. Actualmente reside en este mineral, cuida de sus hijos y de su señora madre, argumentando que espera sus primogénitos nunca pisen una mina de carbón.