Jinetes de la Cabalgata Santo Domingo-Sabinas arriban a Sabinas tras recorrer 300 km

Jinetes de diferentes lugares se unen en esta tradición ecuestre que fortalece la hermandad.

Por: Carlos Macias

En un emotivo encuentro con la historia y la identidad regional, jinetes de la tradicional Cabalgata Santo Domingo-Sabinas arribaron este viernes a las orillas del río Sabinas, tras recorrer más de 300 kilómetros desde la comunidad de Santo Domingo, en el municipio de Ramos Arizpe.

Familias sabinenses se congregaron desde temprana hora para recibir con entusiasmo a los cabalgantes, quienes reviven año con año el trayecto fundacional de la ciudad.

El recorrido, que comenzó el pasado 30 de agosto, conmemora el viaje realizado por los fundadores de Sabinas en 1883, cuando partieron desde Santo Domingo hasta establecerse en las fértiles riberas del río que da nombre a la ciudad. Esta travesía no solo honra el legado histórico, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y orgullo entre los habitantes de la región.

A lo largo del trayecto, se sumaron jinetes provenientes de distintos estados de la República Mexicana, así como de los Estados Unidos, quienes se integraron en diversas etapas para disfrutar del recorrido por comunidades rurales que, desde hace más de tres décadas, reciben a los cabalgantes con hospitalidad, música y comida típica. La cabalgata se ha convertido en un símbolo de hermandad y tradición ecuestre.

Tras su llegada a Sabinas, los jinetes recorrieron las principales calles del centro histórico, saludando a los ciudadanos que salieron a su encuentro. El desfile culminó en el Rancho San José, donde los participantes descansarán antes de incorporarse este sábado a la Gran Cabalgata de Sabinas, que celebrará su edición número 36 con una participación masiva.

La Cabalgata Santo Domingo-Sabinas representa mucho más que un recorrido a caballo: es una manifestación viva de la historia, la cultura y el espíritu comunitario que define a Sabinas. Con cada paso, los jinetes reafirman el vínculo entre pasado y presente, y mantienen encendida la llama de una tradición que sigue galopando con fuerza.

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