María del Carmen, la vendedora ambulante que endulza las calles de Sabinas con nopalitos y esperanza
Por: Carlos Macias
SABINAS, COAH.- A sus 71 años, María del Carmen González Torres no conoce el descanso. Originaria del ejido Puente Negro, esta mujer de mirada serena y manos curtidas por el trabajo ha hecho de la venta ambulante su forma de vida y su fuente de dignidad. Cada mañana, sin importar el clima o la estación, recorre las calles de Sabinas con su canasta de productos frescos: nopalitos, elotes y calabazas, según lo que dicte la temporada.
Desde hace muchos años, María del Carmen ha sido parte del paisaje cotidiano de esta ciudad. Su andar pausado y su voz amable son bien conocidos por vecinos y clientes que la esperan con gusto. Pero detrás de su labor diaria hay una historia de fortaleza y amor familiar.
Hace tres años, tras la muerte de su esposo Francisco Moreno —quien falleció a los 73 años a causa de una enfermedad cardíaca—, María del Carmen decidió establecerse de manera definitiva en Sabinas. Con siete hijos ya adultos y su hogar ahora más silencioso, encontró en su trabajo no solo una forma de subsistir, sino también un propósito diario.
"Uno no se puede quedar quieto. Mientras tenga fuerzas, seguiré vendiendo", comenta con una sonrisa mientras acomoda cuidadosamente los nopalitos recién cortados. Su producto, cultivado con esmero y traído desde su ejido natal, es valorado por su frescura y sabor.
La señora María del Carmen representa a cientos de mujeres que, desde la informalidad, sostienen economías familiares y preservan tradiciones alimenticias. Su presencia en las calles no solo ofrece alimentos, sino también un ejemplo de resiliencia y compromiso con la vida.
En cada paso que da, en cada venta que concreta, lleva consigo la memoria de su esposo, el amor por sus hijos y la fuerza de una mujer que ha sabido transformar la adversidad en constancia. Sabinas no solo la reconoce: la admira.