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SABINAS, COAH.- En un nido de “Rapiña” se ha convertido el Piso 3 del área COVID en la clínica 24 del IMSS de la ciudad de Nueva Rosita pues sin explicación alguna las pertenencias de los pacientes ejemplo de ello, aparatos celulares desaparecen sin que autoridad médica alguna sancione a los ladrones, tratándose presuntamente de personal médico.
Una familia narró la experiencia que vivieron con uno de sus familiares el cual murió de Coronavirus más sin embargo su teléfono celular no fue devuelto y días después de tratar de rastrearlo se percataron que la línea seguía activa.
El aparato celular actualmente recibe llamadas y tiene conexión reciente en redes sociales, siendo que todo objeto que entra a esa área tiene que ser incinerado destacó Nancy N.
La prima hermana de la mujer de 46 años de edad que murió de COVID-19 el pasado 04 de julio, comentó en entrevista a LA VOZ, sentir una gran inconformidad e impotencia al percatarse que luego de que su prima muriera, el teléfono que ingresaron al Seguro Social sin que personal se diera cuenta desapareciera posteriormente sin embargo recientemente estuvo activo en Whatsapp y con llamadas entrantes, por lo que no fue destruido como se había indicado por parte del personal médico del hospital.
Comentó que fue su esposo, quien entró al chat de Patricia N para recordar conversaciones, cuando de pronto se percató de que la última línea de conexión fue el 27 de julio, casi un mes después del fallecimiento de su familiar.
Cabe señalar que, la fémina, no duró ni 24 horas internada ya que ingresó al hospital por su propio pie y al día siguiente que su familia arribó al hospital para preguntar sobre la salud de su pariente, el personal les comunicó que ya había fallecido.
“A que vienen si la paciente ya falleció” expresó el personal médico a la familia de forma por demás déspota a lo cual no daban crédito los familiares.
Finalmente, la ama de casa pide al director del IMSS de Nueva Rosita investigue a sus trabajadores, no solo por el teléfono celular de la occisa, si no por todas las pertenencias de las personas que ingresan al área tres del hospital y que muy probablemente no son incineradas tal y como lo pregonan en el nosocomio.