Ser Minero es un Trabajo Duro, pero "Ahí se Ganan Billetes"

Ser Minero es un Trabajo Duro, pero "Ahí se Ganan Billetes.

Por: Elizabeth Monroy

SABINAS, COAH. – Antonio Cabrera Balderas, padre de Mario Alberto Cabrera alias "El Fantasma", a sus 83 años aún se siente con fuerzas para esperar el rescate de su hijo, quien sigue atrapado en la mina El Pinabete. Con 27 años y medio de experiencia trabajando en pozos y minas de la región carbonífera, Cabrera Balderas critica la falta de expertos en las operaciones de rescate.

"Hay gente ahí abajo que no sabe lo que hace; se necesita gente que conozca el trabajo", recalca, señalando que él mismo conoce muy bien las áreas tras haber trabajado en múltiples compañías mineras. Cabrera Balderas expresa su frustración porque el día del accidente no dejaron bajar a los verdaderos expertos.

Cuando se le pregunta sobre su mensaje a las autoridades, Cabrera Balderas menciona que no permiten la presencia de los familiares, solo de las viudas. "No dejan venir a uno, puras viudas nomás," dice con descontento.

Explica términos técnicos sobre cómo están conformadas las minas y los pozos, señalando que el avance en las labores de rescate ha sido mínimo. "Solo han avanzado entre 90 a 150 metros," comenta. A pesar de la lenta progresión, mantiene la fe de que algún día tendrá el cuerpo de su hijo para darle cristiana sepultura.

"Es el destino de cada persona," reflexiona Cabrera Balderas. "Le enseñé a mi hijo a ganar billetes, a trabajar duro. Trabajábamos juntos hasta que me pensioné en 2001 y me fui a Estados Unidos. Después me regrese."

Comparte remembranzas de su hijo, recordando con cariño cómo Mario Alberto le decía: "No hombre, 'Apá, Yo lo quiero mucho." Cabrera Balderas siempre le respondía: "Pues tienes que quererme, soy tu padre. Te amo, te quiero a ti y a mis cinco hijas y mis dos hombres."

Aunque se resigna y continúa con fuerza, admite que a veces el dolor es abrumador. "Hay veces que no me da hambre, se me carga mucho mi hijo, pero su recuerdo me da fuerzas," señalando tiene una foto de su hijo en casa. "Toda la familia lo queremos mucho; nunca lo abandoné."

Cabrera Balderas también recuerda cómo ambos solían ganar buenos salarios en los pozos. "Siempre tratábamos de ganar mejor salario," comenta. A pesar de la dureza del trabajo, asegura que "ahí se gana billetes."

Insiste en que no hay inseguridad en los pozos para quienes conocen bien el área, mencionando que solían pasar hasta ocho horas abajo sin problemas. Aunque le encantaría regresar a la mina, reconoce que a sus 83 años ya no es posible. Desde los 12 años empezó a trabajar en minas y tiene miles de anécdotas con su hijo que siempre recordará.

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