Fallecen dos niños ahogados en Parras durante paseo familiar

La pérdida de Pedro y Dulce Sofía es un recordatorio devastador de que la vigilancia y las medidas de seguridad

Por: Vanguardia Agencia

El domingo, un día que debía estar lleno de risas y juegos, se tornó en tragedia para una familia en Parras de la Fuente, Coahuila. Lo que comenzó como una excursión campestre a la presa del ejido Estación Madero terminó con la pérdida irremediable de dos niños de apenas 8 años, marcando un doloroso capítulo en la vida de esta comunidad.

La jornada parecía transcurrir sin contratiempos hasta que, alrededor de las 18:00 horas, el pánico se apoderó de la familia. Pedro, un niño de 8 años, fue visto luchando por salir del agua. El intento desesperado de rescatarlo culminó en su extracción del agua, pero el pequeño ya estaba inconsciente. En un acto de desesperación y esperanza, la familia lo trasladó en una camioneta particular hacia Parras, esperando llegar a tiempo para recibir ayuda médica.

A la altura del ejido San Francisco, sobre la carretera Parras-Paila, la ambulancia de la Cruz Roja interceptó el vehículo familiar. Los paramédicos hicieron todo lo posible por reanimar a Pedro, pero al llegar al centro de salud, se confirmó lo peor: el niño había fallecido.

Mientras la familia lidiaba con la tragedia de Pedro, una angustia paralela se desarrollaba en la presa. Dulce Sofía, prima de Pedro y también de 8 años, había desaparecido. La familia la encontró poco después en el agua y la rescató, pero cuando llegó el personal de Bomberos y la policía del Estado, ya era demasiado tarde. Dulce Sofía había fallecido.

Las escenas de desesperación y tristeza se intensificaron cuando el personal de la Fiscalía llegó al lugar para levantar el primer peritaje y trasladar los cuerpos a la funeraria para realizar las necropsias de ley. Según relatan los familiares, el día había comenzado de manera prometedora. Llegaron temprano a la presa del ejido Estación Madero con la intención de disfrutar de un día de campo, ajenos a la tragedia que se avecinaba. Los niños jugaban y se divertían, como lo harían en cualquier otro día soleado, hasta que de repente desaparecieron de la vista. La búsqueda que siguió reveló la trágica escena que nadie hubiera podido prever.

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