Múltiples enfrentamientos de diferentes sectores de la ciudad generaron caos y temor entre los vecinos.
Por: Hilda Sevilla
SALTILLO, COAH.- Saltillo vivió una noche de Halloween marcada por la violencia, cuando múltiples enfrentamientos entre pandillas de diferentes sectores de la ciudad generaron caos y temor entre los vecinos.
La noche, que en muchos hogares se había preparado como una celebración de disfraces y dulces, se transformó en una serie de disturbios que dejó daños materiales y una gran preocupación en la comunidad.
Los primeros incidentes se registraron en la colonia Ciudad Mirasierra, alrededor de las 22:30 horas.
En la calle 10, dos grupos de jóvenes comenzaron una pelea, lanzándose piedras y palos, lo que generó pánico entre los residentes; al escuchar las sirenas de la Policía Municipal, los involucrados se dispersaron y el conflicto se extendió hacia la colonia Zaragoza, tercer sector.
A las 23:00 horas, en la colonia Nuevo Teresitas, otro grupo de jóvenes disfrazados se enfrentó con una pandilla rival. La policía logró intervenir a tiempo y dispersó a los participantes sin realizar detenciones, aunque el evento incrementó la tensión en la zona.
En paralelo, en las colonias Nogales y Saltillo 2000, los vecinos utilizaron grupos de WhatsApp para alertar sobre disturbios similares. En la colonia Nogales, un vehículo terminó con los cristales rotos tras la lluvia de objetos lanzados en la riña. En la colonia Rodríguez Guayulera, los residentes pidieron la intervención policial en la calle Francisco Naranjo, donde alrededor de 30 jóvenes escapaban de una batalla campal que abarcó varias cuadras.
La violencia alcanzó un nuevo pico poco antes de la medianoche en la colonia Lomas del Refugio, donde los enfrentamientos incluyeron el uso de piedras, palos y hasta bombas caseras hechas con botellas de vidrio y gasolina. Alarmados, los vecinos se resguardaron en sus hogares, esperando que la policía llegara para restaurar la calma.
Aunque los elementos de la Policía Municipal acudieron a los puntos reportados, la magnitud de los disturbios y la dispersión de los participantes dificultaron el control de la situación.
Al final, solo se realizaron unas pocas detenciones, pero la falta de capturas efectivas dejó a la comunidad con la sensación de inseguridad y frustración por la violenta noche de Halloween en Saltillo.