280 menores han sido protegidos por situaciones de violencia u omisión de cuidados.
Por: Hilda Sevilla
SALTILLO, COAH.- En Coahuila, cerca de 280 menores de edad han sido constitucionalizados, es decir, retirados de sus hogares por situaciones de violencia, informó Liliana Salinas, Presidenta Honoraria del DIF Estatal.
De este grupo, 117 niños y niñas esperan ser adoptados, mientras que otros podrían regresar a sus familias tras una evaluación de sus circunstancias legales y emocionales.
Salinas destacó que el decreto por abandono, que agiliza los procesos legales de adopción, ha sido clave para reducir el tiempo que los menores permanecen institucionalizados.
"Antes, los niños podían pasar hasta 10 años en espera debido a los trámites legales. Hoy, con este decreto, hemos logrado liberar a más de 30 menores en solo seis meses, y ahora están con sus nuevas familias", comentó.
El DIF Coahuila se ha enfocado en promover la adopción bajo estrictos protocolos, buscando que los menores encuentren un ambiente amoroso y estable. "Nuestro objetivo es que cada niño tenga la oportunidad de crecer lejos de la violencia", enfatizó Salinas.
No obstante, reconoció que los menores mayores de 9 años enfrentan mayores desafíos para ser adoptados, por lo que se diseñan planes de vida individualizados que les brinden apoyo emocional y educativo. "Queremos evitar que se sientan abandonados al cumplir la mayoría de edad", añadió.
En el estado, los menores bajo protección del DIF se distribuyen en instalaciones como Casa Rosa y Casa Azul en Saltillo, así como en centros de asistencia social en Torreón y Monclova. Algunos de ellos ingresan temporalmente mientras se gestiona su reintegración familiar o adopción.
Según Salinas, aproximadamente 180 niños podrían regresar con sus familias una vez que se determine que las condiciones son seguras y adecuadas.
La Presidenta del DIF subrayó que la mayoría de los casos de violencia provienen del núcleo familiar: "Es doloroso reconocer que los propios padres son muchas veces los generadores de violencia hacia sus hijos, en situaciones que resultan inconcebibles", declaró.
Para enfrentar este problema, la institución trabaja de la mano con la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (PRONNIF), ofreciendo seguimiento a denuncias y tomando medidas inmediatas cuando es necesario.
"Sabemos que un hogar es el mejor lugar para un niño, pero cuando no es posible garantizar su seguridad, debemos institucionalizarlos y brindarles la atención y el cariño que necesitan", afirmó Salinas, quien destacó que el enfoque principal del DIF no solo es atender las heridas del presente, sino también construir un futuro lleno de esperanza para los menores.