Con la muerte de Jorge Mario Bergoglio, los cardenales se preparan para una histórica reunión secreta que determinará al próximo líder de la Iglesia Católica.
Por: Redaccion La Voz
Tras el fallecimiento del papa Jorge Mario Bergoglio, el Vaticano se prepara para iniciar el proceso de elección de su sucesor. Esta tarea recae en los cardenales de la Iglesia, quienes deberán seguir un procedimiento estricto y tradicional conocido como Cónclave.
En los próximos días, líderes religiosos de todo el mundo se darán cita en la Santa Sede para iniciar este proceso. A continuación, se explican las cuatro etapas clave que marcan la elección del nuevo pontífice.
1. Reunión de los cardenales
El primer paso consiste en convocar a todos los cardenales al Vaticano. Su presencia es fundamental no solo para rendir homenaje al papa fallecido durante las ceremonias fúnebres y los días de luto, sino también para llevar a cabo la elección del nuevo sumo pontífice.
Los cardenales, considerados figuras de gran peso dentro de la Iglesia, incluyen arzobispos de importantes diócesis y responsables de departamentos vaticanos. Ellos serán los encargados de votar por uno de los candidatos provenientes de distintas partes del mundo.
2. Comienza el Cónclave
La elección se realiza de forma completamente privada y sin contacto con el exterior. A este proceso se le conoce como Cónclave, término que proviene de la práctica de encerrar a los cardenales "bajo llave" hasta llegar a una decisión.
Esta tradición busca evitar influencias externas, especialmente políticas. Además, el lugar donde se desarrolla —la Capilla Sixtina— es inspeccionado minuciosamente para asegurarse de que no haya dispositivos de grabación que comprometan la confidencialidad del proceso.
3. La votación en secreto
El sufragio se lleva a cabo en la Capilla Sixtina. Cada cardenal anota su voto en una tarjeta, cuidando de ocultar su caligrafía, y deposita el papel doblado en un cáliz.
Una vez emitidos todos los votos, se procede al conteo. Los resultados se leen en voz alta y luego los papeles son cosidos y quemados. La señal visible para el público es el humo que emana de una chimenea: si es negro, aún no hay papa; si es blanco, se ha elegido al nuevo líder espiritual.
4. La presentación del nuevo papa
Una vez seleccionado, el nuevo papa recibe la felicitación de sus colegas y se le ajustan las vestiduras papales. Posteriormente, su identidad se da a conocer al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
El elegido pronuncia sus primeras palabras como pontífice y ofrece su bendición, marcando así el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.