Por: Vanguardia Agencia
Este es el caso de un hombre que está inspirando a más de uno. Se trata de Alejandro Porro, un joven repartidor de 28 años, de Florida, Estados Unidos. Él pesaba 215 kilos cuando decidió dar un giro a su estilo de vida. Con ejercicio bajó de peso.
Era adicto a la comida basura y las chucherías y no se sentía feliz consigo mismo, pero un día se prometió no volver a ingerir ese tipo de comida nunca más.
Cumplió su palabra y comenzó a hacer ejercicio al día siguiente, en marzo de 2017. Tres años después, el joven ha conseguido perder 125 kilos sin ninguna intervención quirúrgica, y ha pasado de vestirse con una talla XXXXXL a una L, con un peso de 90 kilos.
"Siempre he sido un chico grande, pero se me fue de las manos cuando cumplí los 20", dijo Alejandro.
"Me pasaba la mayor parte del tiempo jugando a videojuegos y comiendo pizza".
"Realmente no estaba viviendo, solo existiendo", añadió.
El joven comenzó a basar su dieta en alimentos saludables de todo tipo y lo combinó con algunas rutinas de ejercicio diario.
Empezó caminando más y eligiendo las escaleras en lugar del ascensor y terminó en el gimnasio para trabajar la fuerza.