La menor había sido declarada como fallecida, como en su acta de defunción lo constataba.
Por: Staff / La Voz
Una bebé que fue declarada muerta la semana pasada al poco tiempo de nacer, y que en medio de su funeral recuperó signos vitales, finalmente murió este sábado tras permanecer internada en el Hospital Regional de la localidad paraguaya de Ciudad del Este, confirmó el director de esa casa de salud.
El director del Hospital Regional de Ciudad del Este, Federico Schrodel, dijo a EFE que la bebé falleció el viernes por un "paro cardiorespiratorio", luego de seis días de haber estado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
"Se procedió a la reanimación cardiopulmorar por aproximadamente 20 minutos y a las a las 21:30 hora local (01:30 GMT del sábado) se dio su deceso", relató el médico, que añadió que la niña era un "recién nacido pretérmino extremo de muy bajo peso", que nació a las 26 semanas de gestación y que pesaba 400 gramos.
Bebé estuvo en cuidados intensivos apenas nació
Schrodel señaló que la bebé permaneció en cuidados intensivos, en una incubadora e intubada a un respirador, desde el pasado 13 de abril cuando fue internada, y que el viernes "empezó a bradicardizar", que implica una disminución de la frecuencia cardíaca.
La pequeña nació alrededor del mediodía del viernes de la semana pasada mediante una cesárea, después de que su madre, una joven de 21 años, presentó complicaciones en su séptimo mes de gestación.
Sin embargo, la niña fue declarada fallecida, entregada a su familia, junto con el acta de defunción y luego fue velada en la zona de Minga Guazú, localidad distante a unos 20 kilómetros de Ciudad del Este, la capital del departamento de Alto Paraná, fronterizo con Argentina y Brasil.
Vieron que la bebé movió la cabeza en su funeral
Según relató Ignacio Medina, el padre de la niña, al canal Telefuturo, poco antes de salir al cementerio, uno de sus tíos se percató de que la bebé movía la cabeza, luego verificaron que "su corazoncito estaba latiendo" y fue trasladada al Hospital Regional de Ciudad del Este.
Schrodel dijo entonces que no descartaba que pueda tratarse de un caso de catalepsia y que puede suceder una vez por cada cinco millones de nacimientos.