Donald Trump anuncia restricción de paracetamol para combatir el autismo

La postura de Trump sobre el paracetamol y el autismo pone en tela de juicio la ciencia y la política de salud.

Por: Staff / La Voz

WASHINGTON – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una serie de medidas para reducir la incidencia de autismo en el país, incluyendo la restricción del uso de paracetamol. La decisión, que se centra en limitar el consumo de la popular marca Tylenol en mujeres embarazadas y recién nacidos, se da a pesar de las advertencias y críticas de la comunidad médica, que considera el fármaco seguro y necesario para manejar otros riesgos de salud.

En una conferencia de prensa, el presidente Trump repitió en varias ocasiones: "no consuman Tylenol, no se lo den a los niños", y justificó su postura citando datos de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades, que muestran un aumento en los diagnósticos, con una prevalencia de uno de cada 31 niños en Estados Unidos. El presidente también sugirió que las vacunas infantiles deberían administrarse en varias etapas en lugar de todas a la vez, una afirmación que carece de respaldo científico y que ha sido desmentida por la comunidad médica en numerosas ocasiones.

La relación entre paracetamol y autismo ha sido un tema de debate, pero la mayoría de los estudios científicos a gran escala no han encontrado un vínculo causal. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos, han asegurado que no existe evidencia científica creíble que sustente la afirmación de Trump.

La decisión del presidente de basar su política pública en una afirmación no probada ha generado una gran preocupación entre los profesionales de la salud. La limitación del paracetamol podría tener consecuencias negativas si las personas evitan el medicamento durante el embarazo, ya que se utiliza para controlar la fiebre y el dolor, los cuales pueden representar riesgos mayores para la salud. La controversia ha puesto en el centro de la atención el papel de la ciencia en la política y la importancia de seguir las recomendaciones de expertos y organismos de salud para evitar la desinformación. El anuncio de Donald Trump ha reavivado un debate que la comunidad científica consideraba cerrado.

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