Por: Agencia
CARACAS.En las elecciones de este domingo 20 de mayo en Venezuela está en juego la continuidad de la Revolución Bolivariana, como el fallecido expresidente Hugo Chávez llamó a su proyecto político, que busca convertir a Venezuela en un país socialista.
El actual mandatario, Nicolás Maduro, figura como favorito para salir airoso de la elección, pese a ser considerado por la oposición como el culpable de la escasez de bienes básicos como alimentos y medicinas y la inflación que cerraría el año en 13 mil %, según cifras preliminares del Fondo Monetario internacional (FMI), organismo que también estima en 15% la caída de la economía en 2018.
Maduro ha dicho que si los venezolanos lo eligen, profundizará y consolidará el legado socialista de Chávez y será implacable con sus adversarios políticos y empresariales, a los que acusa de promover una 'guerra económica' para desestabilizar su gobierno.
Algunos temen que esto se traduzca en una mayor vulneración de las libertades políticas y económicas.
Cientos de miles han abandonado el país a medida que empeora la situación.
Pero el camino está allanado para Maduro: tiene el control del poder electoral y militar, y una oposición dividida entre quienes votarán y los que se abstendrán para ilegitimar un nuevo mandato de seis años, que comenzaría en enero de 2019Sus contendores son el opositor disidente del chavismo Henri Falcón, de 56 años, quien se deslindó del boicot de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y el pastor evangélico Javier Bertucci, de 48 años.
Ambos se pelean el voto castigo de una población desmoralizada, haciendo más probable un triunfo de Maduro.
Apoyando a la MUD, Estados Unidos, la Unión Europea y 14 países del Grupo de Lima (incluidos México, Argentina, Brasil y Canadá) aseguran que los comicios no serán libres ni transparentes.