Por: Agencia
Era un estafador que robó dinero y estableció un harén de “esclavas” sexuales que fueron marcadas con sus iniciales y a quienes se manipulaba por medio de chantaje, de acuerdo con los fiscales. Él afirmaba que estaba ayudando a sus seguidores a alcanzar la mejora personal a través del derrumbe de barreras emocionales.
Este jueves 19 de junio, un jurado en la Corte Federal de Distrito de Brooklyn le dio la razón a la fiscalía. Declaró culpable a Keith Raniere, líder del grupo Nxivm, que tenía características similares a las de una secta. El juicio de seis semanas de duración expuso los muchos elementos sórdidos de la organización que encabezaba.
Raniere consiguió a seguidores de alto perfil, entre ellos la actriz de Smallville Allison Mack y a las herederas de la fortuna de la refresquera y licorera Seagram’s, Sara y Clare Bronfman, que ayudaron a financiar sus actividades.
La mayoría del juicio se enfocó en la existencia de un subgrupo dentro de Nxivm, llamado The Vow (la promesa) o DOS, en el cual las mujeres eran marcadas con herramientas para cauterizar y conminadas a seguir dietas extremas, además de que se les encargaba tener sexo con Raniere.
Para demostrar su compromiso con las enseñanzas de Raniere, las mujeres tenían que entregarles a él y a su círculo cercano fotografías de ellas desnudas o cartas firmadas con secretos vergonzosos que eran usadas para obligarlas a seguir las órdenes, de acuerdo con el caso de la procuraduría.
“En su círculo cercano era el líder del universo”, dijo la fiscala Moira Penza al jurado durante las declaraciones finales del juicio. “Un mafioso sin límites ni frenos a su poder”.
Uno de los abogados de Raniere, Marc Agnifilo, intentó argumentar ante el jurado que Raniere sí estuvo involucrado en actividades sexuales que parecerían ser “repulsivas, desagradables y ofensivas” pero que eso por sí solo no lo convertía en un criminal.
“Hay muchas cosas que les haría pensar que es alguien desagradable”, dijo Agnifilo. “Pero la mayoría de esas no son cuestiones previstas por los cargos penales”.
Raniere, de 58 años, estaba imputado por delitos como conspiración para delinquir, tráfico sexual, trabajo forzado, lavado de dinero, fraude cibernético, robo de identidad y posesión de pornografía infantil. Cinco mujeres que tenían posiciones de alto nivel en el grupo, entre ellas Mack y Clare Bronfman, se declararon culpables de varios delitos antes de tener que ir a juicio.
Más allá de explotar a las mujeres para fines sexuales, los procuradores dijeron que Raniere se enriqueció por medio del fraude. Por ejemplo, la fiscala Penza indicó que Nxivm hizo cargos de más de 100.000 dólares a la tarjeta de crédito de una integrante después de que ella murió y que giraron cheques por más de 300.000 dólares con cargos a esa cuenta bancaria.
El juicio fue realizado con un secretismo que normalmente solo sucede en casos de terrorismo o de narcotráfico. Los miembros del jurado, cuyos nombres no son públicos, eran llevados hacia y desde el tribunal en camionetas vigiladas por personas del Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos.
Entre las pruebas presentadas en el proceso hubo documentos, correos electrónicos, grabaciones de audio y testimonios presentados por más de una docena de personas, incluyendo a mujeres que habían sido esclavas de DOS.
Las mujeres que testificaron ofrecieron un vistazo espeluznante y a veces surreal de la vida dentro del grupo, en el que Raniere era idolatrado y parecía tener un amplio poder.
Los miembros de Nxivm iban en grupo a los juegos de vóleibol nocturno en los que Raniere participaba porque anhelaban poder verlo. En su cumpleaños, a finales de agosto, realizaban celebraciones de varios días en la llamada Semana V (pues lo apodaban Vanguardia) en el lago George del estado de Nueva York.
Se mostró evidencia de que integrantes de alto rango de Nxivm hackearon cuentas de correo y les pagaron a investigadores privados en un intento por obtener información personal de supuestos enemigos, incluido el senador estadounidense Chuck Schumer y el magnate licorero Edgar Bronfman, padre de Clare y Sara.
En una conversación grabada entre Raniere y Mack, la actriz que también era parte de DOS, se discutió en profundidad el proceso para las ceremonias para marcar a las mujeres, con la intención de que fuera un “sacrificio”. En algún momento, se escucha a Raniere preguntar: “¿Crees que la persona que es marcada debería estar completamente desnuda?”.
Otra mujer, Lauren Salzman —cuya madre, Nancy Salzman, estableció Nxivm junto con Raniere en los años noventa—, describió la experiencia de ser marcada cuando estuvo en el estrado.
Como parte del ritual, tenía que arrodillarse y decir: “Maestro, por favor, márcame. Sería un honor, un honor que quiero portar por el resto de mi vida”. Luego Salzman contó que fue sujetada mientras otra mujer usaba una herramienta de cauterización para ponerle las iniciales de Raniere en el área pélvica.
“Fue la experiencia más dolorosa que he vivido”, dijo Salzman.
Salzman dijo que las mujeres en DOS vivían castigos sádicos, como ser azotadas con una correa de cuero y que las hacían quedarse paradas, descalzas, en la nieve.
Otra exintegrante de DOS, identificada solamente como Nicole, habló en el estrado de que Raniere la llevó a una casa, le dijo que se desvistiera, la hizo vendarse los ojos y luego la ató a una mesa. Luego, dijo Nicole, Raniere caminó alrededor de la mesa haciéndole preguntas sobre su historial sexual mientras otra persona le hacía sexo oral.
Sin embargo, en medio de los testimonios perturbadores sobre ser marcadas y amarradas, las historias sobre Raniere y otros integrantes de alto nivel de Nxivm parecían sacadas de una mala película sobre una pandilla ridículamente incompetente, como The Gang that Couldn’t Shoot Straight de 1971.
Raniere le dijo a uno de sus tenientes en Nxivm que sentía que su coeficiente intelectual alto y capacidades para resolver problemas lo habían hecho blanco de una conspiración en los “más altos niveles del gobierno”, de acuerdo con lo que dijo un testigo.
Mark Vicente, exintegrante del círculo cercano de Raniere, admitió durante los interrogatorios de los fiscales en el estrado que Raniere se burlaba de él porque Vicente en algún momento fue parte de otro grupo que creía que su líder era la encarnación de un guerrero que vivió hace 35.000 años.
Clare Bronfman, la encargada del departamento legal de Nxivm, les pagó a investigadores privados más de 400.000 dólares a cambio de reportes falsos con la supuesta información privada de personas que Raniere creía querían “destruir” a Nxivm.
Aun así, hay pocas dudas de que varias personas que fueron parte de la organización quedaron marcadas de maneras más profundas que la cauterización.
Una mujer que solamente fue identificada en el juicio como Daniela testificó que los seis integrantes de su familia se mudaron de México a Nueva York para ser parte del grupo. Contó que poco tiempo después Raniere entabló una relación sexual con ella, con su hermana mayor Mariana y con su hermana menor de edad, Camila.
Sin embargo, Daniela dijo en el estrado que cuando ella le comentó a Raniere que se sentía atraída hacia otro hombre, él ordenó que fuera confinada en una habitación durante casi dos años y convenció a la familia de Daniela de que era un castigo necesario porque ella había sido “soberbia”. Al final el padre de Daniela y otro integrante de Nxivm se apiadaron de ella y la condujeron hasta la frontera con México.
En el estrado, Daniela contó que después de eso se reconcilió con su madre y su hermano, pero que su padre y hermanas parecen seguir estando asociados con Nxivm.
“Eran una familia cercana cuando llegaron con nosotros”, testificó Lauren Salzman, parte del círculo interior, sobre esos integrantes mexicanos. “Y esas relaciones quedaron completamente cortadas”.
Raniere cofundó Nxivm (se pronuncia [néxium]) con Nancy Salzman en los años noventa como una organización de autoayuda, con cursos que promovían como de mejora personal a través del derrumbe de barreras psicológicas y emocionales.
Con el tiempo esas clases, con nombres como Reglas y Rituales o Civilización y el Dolor Humano, fueron enseñadas tanto en Estados Unidos como en México y Canadá, con devotos de alto perfil como Mack, Bronfman y el mexicano Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari. Más de 16.000 personas llegaron a tomar los cursos.
Los integrantes de Nxivm tenían posiciones como entrenador, supervisor y consejero, que eran notados por medio de listones amarillos, naranjas y azules. El ascenso por medio de las “bandas”, como las llamaba Nxivm, se daba al reclutar a más estudiantes.
Quienes participaban en las clases tenían saludos especiales y al inicio recitaban una “declaración de misión y visión” y luego decían, al unísono: “Gracias, Vanguardia”.
Mark Vicente, que después se peleó con Raniere y se separó de él, dijo que partes de los cursos estaban ideados para cambiar la “programación” de los estudiantes de modo que se pudiera “redirigir la brújula moral” de estos.
Lauren Salzman, quien se declaró culpable después de ser imputada junto con Raniere, dijo que algunos cursos pretendían crear un “ejército de personas para aislar y proteger a Keith y su visión”.