Maduro afirma que las elecciones del domingo decidirán el futuro de Venezuela, en medio de una campaña marcada por la polarización y la tensión.
Por: Agencia
Con movilizaciones masivas en Caracas, tanto el oficialismo como la oposición finalizaron sus campañas electorales el jueves, antes de los comicios del domingo, en los que el presidente Nicolás Maduro buscará su reelección para un tercer mandato.
Durante su discurso de cierre de campaña, Maduro instó a los venezolanos a votar, asegurando que esta elección definirá "el futuro de Venezuela" en los próximos años. Afirmó que solo su gobierno puede garantizar la paz y la estabilidad del país, advirtiendo que una victoria de la oposición podría desatar un "baño de sangre".
Maduro se dirigió a miles de seguidores en la avenida Bolívar, criticando a sus adversarios y enfatizando la importancia de su reelección para evitar la violencia. La campaña ha estado marcada por la polarización y la tensión, con el oficialismo desplegando recursos masivos y concentraciones en diversos puntos de la capital.
La oposición, liderada por María Corina Machado y el candidato Edmundo González, organizó una concentración en el este de Caracas. Machado, inhabilitada para la candidatura, levantó la mano de González y expresó su confianza en una victoria el domingo, llamando a los venezolanos a votar masivamente y a ser testigos del proceso electoral.
Las elecciones se desarrollan en un contexto de profunda crisis económica y social en Venezuela, con millones de ciudadanos que han emigrado en busca de mejores condiciones. Analistas sugieren que la oposición tiene una oportunidad real de ganar, lo que ha generado preocupación internacional por la estabilidad del país.
Líderes mundiales como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile han expresado su inquietud por los comentarios de Maduro sobre la posibilidad de violencia si no es reelegido. Lula afirmó que el único camino hacia la normalidad en Venezuela es un proceso electoral respetado, mientras que Boric insistió en que los líderes deben recibir "baños de votos", no de sangre.
Maduro ha prometido consolidar la recuperación del país a partir del 29 de julio, presentándose como un líder fuerte que puede evitar la violencia y asegurar la estabilidad de Venezuela.