El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este jueves al anunciar el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud
Por: Staff / La Voz
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este jueves al anunciar el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud. Kennedy Jr., conocido por sus posturas controvertidas sobre las vacunas, se convierte en una de las figuras más polémicas de la nueva administración.
Trump, en su red social Truth Social, destacó la importancia de la Secretaría de Salud como el pilar de su administración para combatir la corrupción en la industria alimenticia y farmacéutica. El futuro presidente afirmó que el sistema de salud pública ha sido manipulado durante décadas y prometió devolverle la transparencia y el enfoque científico. "Kennedy Jr. será clave para restaurar la confianza en las agencias de salud y proteger a los ciudadanos de sustancias nocivas", subrayó.
Kennedy Jr., por su parte, agradeció el apoyo de Trump y aseguró que trabajará para acabar con la "puerta giratoria" entre la industria y el gobierno. "Brindaré transparencia y acceso a los datos para que las familias tomen decisiones informadas", dijo en X, la plataforma antes conocida como Twitter.
La elección de Kennedy Jr. llega tras una trayectoria política errática. Hijo del exfiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy, ambos asesinados en la década de 1960, Kennedy Jr. inició su carrera presidencial en el Partido Demócrata, pero su campaña se desmoronó tras abandonar esa formación para postularse como independiente.
El nuevo secretario de Salud es un conocido crítico de las vacunas y ha vinculado enfermedades crónicas y tiroteos masivos con el uso de fármacos como antidepresivos. Estas posturas le han valido tanto rechazo dentro del clan Kennedy como admiración entre algunos sectores conservadores.
Este nombramiento se une a otras designaciones polémicas de Trump, como Matt Gaetz, acusado de tráfico sexual, y Elon Musk, dueño de X, como responsable de eficiencia gubernamental. Sin duda, la administración Trump 2.0 promete un camino marcado por la controversia.