Trump promete frontera "segura y protegida" y deportaciones masivas

En una reciente entrevista con NBC, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump

Por: Staff / La Voz

Washington, D.C., 8 de noviembre de 2024 — En una reciente entrevista con NBC, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó que la seguridad fronteriza será una de las prioridades de su administración cuando asuma el cargo el 20 de enero de 2025. Tras derrotar a la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones del pasado martes, Trump prometió una política migratoria estricta que incluiría deportaciones masivas, y destacó que esta vez su enfoque será enérgico y sin contemplaciones.

Durante la llamada telefónica de 15 minutos con la periodista Kristen Welker, Trump explicó que, en su opinión, el costo de las deportaciones masivas no era una preocupación frente a la necesidad de garantizar la seguridad del país. "En realidad, no tenemos otra opción cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países", argumentó. "Ahora van a regresar a esos países porque no se quedarán aquí. No hay precio", agregó.

Una propuesta controversial y polarizante

Durante la campaña, el republicano fue cuestionado por sus propuestas sobre deportaciones masivas, no solo por la logística y el costo que esto implicaría, sino también por el impacto que podría tener en la estabilidad social y económica del país. Además, organizaciones civiles han expresado su temor de que la aplicación de estas medidas no garantice un debido proceso para todos los inmigrantes, incluyendo aquellos que podrían estar protegidos bajo programas como DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).

Trump también aseguró que su administración no estará cerrada a la inmigración legal, e hizo un llamado a diferenciar entre quienes cruzan ilegalmente y aquellos que buscan oportunidades mediante canales formales. "No soy alguien que dice: ´No, no puedes entrar´", afirmó, buscando matizar su postura para que el público entienda que, aunque aboga por una "frontera fuerte y poderosa", no está en contra de la inmigración en su totalidad.

El presidente electo ha mantenido una postura retórica fuerte respecto a la inmigración desde su primer mandato, en el que calificó a muchos migrantes como "violadores y criminales". Durante la entrevista, Trump incluso sugirió que el crimen en Venezuela ha disminuido debido a que muchos criminales del país sudamericano ahora residen en Estados Unidos, comentario que generó fuertes reacciones en las redes sociales y entre líderes de opinión.

 La reacción en México: Sheinbaum y Trump dialogan sobre una "buena relación"

En México, la presidenta Claudia Sheinbaum no tardó en responder a las noticias y sostuvo una llamada con Trump tras la confirmación de su victoria. Sheinbaum felicitó personalmente al mandatario electo y destacó la importancia de mantener una relación constructiva entre ambos países, en especial en temas de seguridad y migración, dos puntos claves en la agenda binacional.

"Hablamos de la buena relación que habrá entre México y Estados Unidos", señaló la presidenta en una publicación de X, red social antes conocida como Twitter. En una muestra de apertura al diálogo, Sheinbaum aseguró que su gobierno está listo para enfrentar cualquier reto que surja con el nuevo gobierno estadounidense.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó la solidez de México frente a las políticas estadounidenses y aseguró que su administración cuenta con una estrategia preparada para proteger los intereses del país y los derechos de los ciudadanos mexicanos en territorio estadounidense. "Si hay su problemática, la vamos a saber resolver... Estamos preparados. México está sólido, frente a estos temas siempre vamos a estar unidos las y los mexicanos", expresó. La presidenta también enfatizó su intención de llevar la relación entre ambos países hacia un proceso de colaboración, aunque reconoció que los desafíos podrían ser inevitables.

 Un escenario de incertidumbre

El retorno de Trump a la Casa Blanca representa un nuevo ciclo de incertidumbre tanto para los inmigrantes como para las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos. La retórica agresiva del presidente electo ha sido motivo de preocupación para organizaciones civiles, funcionarios y ciudadanos estadounidenses y mexicanos, que temen una posible repetición de las políticas restrictivas que marcaron su primer mandato.

Con la toma de posesión en enero, Trump se enfrentará a desafíos significativos: desde la implementación de políticas de seguridad fronteriza hasta la relación con México, país vecino y socio económico estratégico de Estados Unidos. A medida que se acerca la transición de poder, los gobiernos de ambos países se preparan para enfrentar las posibles repercusiones de una política migratoria cada vez más rígida, con el diálogo como única vía para evitar tensiones y buscar una colaboración efectiva.

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