La captura de dos soldados norcoreanos por las fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk ha generado un nuevo giro en el conflicto en Europa del Este
Por: Staff / La Voz
La captura de dos soldados norcoreanos por las fuerzas ucranianas en la región rusa de Kursk ha generado un nuevo giro en el conflicto en Europa del Este, destacando la creciente implicación de Corea del Norte en apoyo a Rusia. En un movimiento diplomático inesperado, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, propuso devolver a los soldados capturados a Pionyang a cambio de prisioneros de guerra ucranianos detenidos por Rusia.
Declaraciones de Zelenski
Zelenski destacó que la captura de estos soldados es solo el comienzo, sugiriendo que el involucramiento militar norcoreano en la invasión rusa es innegable. Afirmó que habrá más capturas con el tiempo y ofreció opciones alternativas para los soldados que no deseen regresar a Corea del Norte, permitiéndoles colaborar en la búsqueda de la paz mediante la difusión de la verdad sobre la guerra.
En un video difundido por el mandatario, los soldados norcoreanos aparecen heridos y responden preguntas a través de un intérprete:
- Uno de los soldados, visiblemente desorientado, negó saber dónde estaba y afirmó que creía estar en un "entrenamiento de combate" cuando fue desplegado. Expresó su deseo de quedarse en Ucrania.
- El segundo soldado manifestó su intención de regresar a Corea del Norte, aunque indicó que su familia no conoce su situación actual.
Contexto de la participación norcoreana
Ucrania estima que unos 11 mil soldados norcoreanos están desplegados en la región rusa de Kursk para respaldar a las fuerzas rusas. Según Kiev, las bajas de Corea del Norte en esa área ascienden a 4 mil efectivos. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) informó que uno de los soldados capturados llevaba un documento de identidad militar ruso a nombre de otra persona, mientras que el otro estaba indocumentado.
Implicaciones diplomáticas y humanitarias
Esta oferta de intercambio podría abrir una nueva dimensión en las relaciones entre Ucrania, Rusia y Corea del Norte, subrayando la internacionalización del conflicto y el uso de combatientes extranjeros. Además, plantea desafíos humanitarios complejos, considerando las condiciones de los soldados capturados y las posibles repercusiones para ellos si regresan a su país de origen.