El narcotraficante de origen colombiano aseguró que fue torturado por agentes de la Policía Federal luego de su captura
Por: Israel Castro
Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, narcotraficante colombiano que servía como puente entre los capos de la droga de Colombia con el Cartel de Sinaloa, testificó en contra de Genaro García Luna, donde admitió que este sufrió tortura por parte de la Policía Federal.
Además de la tortura que recibió por parte de las autoridades, El Conejo aseguro que su captura fue un montaje por parte de Genaro García Luna.
En el lejano 5 de noviembre de 2010, Ramón Pequeño García, exjefe de la División Antidrogas, dio a conocer que Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo” fue capturado por fuerzas federales.
Sin embargo, El Conejo confeso que esto fue falso, pues este fue capturado el 4 de Noviembre por Policía Federal, cuando este se encontraba comiendo con su pareja en la CDMX, cuando fue reconocido por elementos de la Policía Federal.
El traficante aseguro que este no fue presentado ante un juez ni ante la extinta Procuraduría General de la República, los agentes llevaron al Conejo a con los los ojos vendados a un lugar desconocido, donde fue torturado.
“Me empiezan a poner agua mineral por la nariz y me cubren la boca [...] Me vendaron los ojos, me pusieron una bolsa de plástico para ahogarme [...] Me desnudaron, me dieron toques eléctricos [...] Hasta que ya no pude más”, confesó Poveda Ortega.
Esta tortura era para que este confesara donde se encontraban sus otras 20 propiedades, con el objetivo de robarle y sacar sus pertenencias.
Después dijo que lo obligaron a tocar armas de fuego, balas y drogas.
“Tocaba y sentía que eran balas, cargadores, armas largas, un cuerno de chivo [AK-47], un AR-15 y me hicieron tocar un kilo de cocaína”, mencionó durante la audiencia. Con esto, sus huellas habrían quedado plasmadas en los objetos, lo que permitiría vincularlo con ellos.
“El Conejo” fue presentado como detenido de manera pública hasta el 5 de noviembre. Las imágenes de su exposición ante los medios se ofrecieron como una victoria del gobierno de Felipe Calderón en su “guerra contra el narco”