‘El Monstruo de Ecatepec’ pide en reclusorio beber sangre humana: “Es lo único que lo calma”

Por: Agencia

Se revelan aterradores detalles del asesino serial conocido como el ‘Monstruo de Ecatepec’, que desde su sentencia pasa sus días en el penal de Chiconautla, en el Estado de México.

Es tal la peligrosidad del reo, que las autoridades penitenciarias sólo le permiten salir de su celda una hora al día, para que pueda tomar el sol.

Como informa Héctor de Mauleón, en su columna para El Universal, la mayor parte del tiempo, el Monstruo de Ecatepec lo pasa solo.

Y es que tras darse a conocer cómo mataba y comía los cuerpos de las mujeres a las que con engaños privaba de la vida, los custodios saben que si lo dejan convivir con la población penitenciaria general, no duraría ni un día con vida.

Lo más escalofriante del asunto es que los custodios del penal se quedaron anonadados cuando el Monstruo de Ecatepec les dijo que necesita beber sangre humana cada 3 meses:

Una infancia muy turbia

La infancia de Hernández fue caótica. Su madre acostumbraba tener relaciones sexuales frente a él y a su padrastro. Así, desde los 18 años comenzó a matar mujeres por placer.

Su mujer, Patricia Hernández, fue violada por un primo a los 6 años, además de vivir una vida llena de miseria, orfandad y malos tratos.

Conoció a Juan Carlos en un antro y desde entonces comenzaron a asesinar mujeres de manera conjunta; de hecho, “en dos ocasiones Juan Carlos le pidió a Patricia que fuera ella quien las asesinara”.

La Santa Muerte, ¿hizo que terminaran en prisión?

Patricia lo cree así, y es que ella asegura que iban a ofrecerle el corazón de una de sus víctimas a la Santa Muerte, “pero el perro se lo comió”… “Fuimos castigados y por eso nos encontramos en la situación actual”.

Hoy, ambos encarcelados, los Monstruos de Ecatepec se ven una vez por semana en el área de visita conyugal del penal de Chiconautla.

Con información de El Universal - RADIO FÓRMULA

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