Por: Admin
CIUDAD DE MÉXICO
La expedición VaquitaCPR (Conservación, Recuperación y Protección) culminará en cuatro días y los 66 científicos que participan en las operaciones regresarán a sus actividades cotidianas, en espera de los resultados de la necropsia de la hembra adulta que murió después de ser capturada por el equipo danés.
Lorenzo Rojas-Bracho, encargado de la misión que busca salvar al mamífero marino en mayor peligro del mundo, dio a conocer que las conclusiones de los estudios estarán listas en dos o tres semanas, y será cuando se tome una decisión final sobre el futuro del programa con la participación de un panel de expertos independientes.
Nos dimos un mes, y el mes se nos acaba en cinco días, de hecho, cuatro días, porque el último día es para regresar barcos y empacar, con lo que termina esta primera etapa”, indicó.
En entrevista con Excélsior, el también presidente del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), adelantó, que puede ser muy probable que no haya una segunda etapa de la expedición, porque se encontró un “tamaño poblacional chiquito”, más o menos la mitad de los 30 ejemplares que se tenían calculados.
No estamos diciendo que hay 15, todavía, estamos analizando todos los datos, vamos a tener una reunión en diciembre para evaluar los resultados de acústica”, comentó.
El doctor en Oceanografía reconoció que se enfrentaron al peor escenario que habían previsto, ya que aparentemente la vaquita se comporta como un colibrí, que no puede vivir en cautiverio, porque se pone nerviosa, además de que las embarcaciones sólo pudieron salir a buscar ejemplares la mitad de los días que se tenía planeado debido al fuerte viento.
Relató que la hembra de vaquita marina atrapada el sábado pasado se encontraba estable y en buen estado físico, pero surgió algo inesperado, cuando llegó al santuario de “El Nido”, después de que parecía que poco a poco se estaba acoplando al encierro.
Comenzó a desarrollar una conducta que es típica de los cetáceos que no se adaptan al cautiverio, que empiezan a nadar muy rápido y tratan de escapar y se estresó mucho”, comentó.
El también coordinador de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) señaló que, en el caso de la cría de seis meses de nacida, capturada el 18 de octubre, tuvo que ser liberada porque mostraba signos de estrés, aunque descartó que el ejemplar pudiera haber muerto en el mar, como advirtieron grupos ambientalistas.
Pues que lo demuestren, nosotros no hemos encontrado ninguna cría muerta y tenemos ocho barcos afuera, ya hubiera aparecido y la vimos cuando se fue nadando”, puntualizó.
El encargado de la expedición VaquitaCPR también respondió a quienes desde la sociedad civil piden un cambio de estrategia y cazar a los pescadores furtivos y las redes ilegales en lugar de las vaquitas marinas, que deben nadar libres en su hábitat natural.
“Eso lo hemos venido diciendo nosotros desde hace 20 años, ¿quieren salvar a la vaquita? Hay que eliminar las redes agalleras y de enmalle, eso lo hemos dicho toda la vida y lo hemos intentado, se han invertido millones, pero sigue la pesca furtiva”, lamentó.
Agregó que las organizaciones deberían cuestionar por qué las autoridades pesqueras no han logrado desarrollar artes de pesca alternativas desde hace dos décadas.
Si hubiera artes de pesca alternativas, que no mataran a la vaquita, seguro no estaríamos aquí. Mientras las autoridades pesqueras no hagan su trabajo, no se va a salvar la vaquita, eso queda claro”, sentenció.
A pregunta expresa sobre el tiempo que pueden aguantar las vaquitas marinas para que regresen a rescatarlas, Lorenzo Rojas-Bracho dijo que se debe empujar en la vigilancia de la región, el retiro de las redes, que siguen apareciendo inclusive ahora “nuevecitas” que todavía huelen a plástico, y castigo a los pescadores furtivos, porque no hay detenidos, y es obvio que existen agujeros en la legislación que permite que estos criminales salgan libres.
El experto en vaquita marina subrayó que en estos días que quedan de trabajo, los científicos que se encuentran en el Alto Golfo de California, aplican un Plan B, que es realizar la foto identificación de los ejemplares, haciendo imágenes de sus aletas dorsales.
Destacó que hasta ahora se han realizado alrededor de 37 avistamientos, pero en muchos de los casos, se trata de la misma vaquita.
Reveló que aparentemente hay dos ejemplares que se tienen registrados desde 2008.
Al ser cuestionado sobre si estamos presenciando el final de una especie, el encargado de la expedición VaquitaCPR contestó: “Eso no te lo voy a negar, estamos en la orilla”.
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