Así lo dieron a conocer tras el cierre con madera que se realizó en el acceso a la caverna Oppenheimer donde se construye el Tramo 5 del Tren Maya
Por: Staff / La Voz
El hidrólogo Guillermo D’Christy denunció que la entrada a la caverna de Oppenheimer, ubicada en el sistema de cenotes y cuevas de Aktun T’uyul, en Quintana Roo, fue bloqueada con maderas para impedir el acceso de los espeleólogos y activistas que han documentado los daños causados por las obras del Tramo 5 del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum.
D’Christy, quien compartió varios videos en sus redes sociales, logró entrar por otro acceso natural a las cavernas, que están interconectadas de forma subterránea, y mostró las perforaciones con pilotes, los rellenos con concreto y la turbiedad del agua, producto de las intervenciones realizadas por las constructoras subcontratadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a cargo del desarrollo del megaproyecto.
Esto es un ecocidio, señor presidente, no es ningún montaje de Loret, es un ecocidio y lo ha hecho su gobierno y estaremos para señalarlo hoy y siempre”, dijo D’Christy, dirigiéndose al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha defendido el Tren Maya como una obra de beneficio social y ambiental.
El hidrólogo calculó que se han realizado al menos 24 perforaciones en la caverna de Oppenheimer, que conecta con otra llamada Manitas, dentro del mismo sistema de Aktun T’uyul, cuyos techos son el piso sobre el cual se hincan los pilotes y se realizan rellenos con concreto, en un intento por darle mayor estabilidad a la estructura que sostendrá las vías del Tren, trazado sobre un suelo kárstico, en extremo poroso y suave en esa zona.
“Tapan la entrada de Oppenheimer en el sistema Aktun T’uyul para que ya no podamos seguir registrando el ecocidio dentro de las cavernas. Más de 20 perforaciones y pilas de concreto y acero (que se corroe)”, dijo el hidrólogo, quien también afirmó que los tubos no tienen recubrimiento y corren el riesgo de contaminar el acuífero.
El sistema de cenotes y cuevas de Aktun T’uyul es uno de los más importantes y bellos del país, que alberga una gran biodiversidad y restos de una rica cultura maya. Sin embargo, su fragilidad y vulnerabilidad lo hacen susceptible a los impactos ambientales y sociales que genera el Tren Maya, un proyecto que busca impulsar el desarrollo económico y turístico del sureste mexicano.
Según el portal oficial del Tren Maya, el Tramo 5 tiene una longitud de 121.3 kilómetros y se prevé que sea inaugurado en junio de este año. El costo estimado de este tramo es de 18 mil 553 millones de pesos y se espera que beneficie a más de 2.5 millones de habitantes de la región.
Sin embargo, diversos sectores de la sociedad civil, académica y ambientalista han expresado su rechazo y preocupación por el Tren Maya, al considerar que representa una amenaza para los ecosistemas, las comunidades y el patrimonio cultural del sureste. Asimismo, han señalado la falta de transparencia, consulta y participación ciudadana en el proceso de planeación y ejecución del proyecto.