La introducción de regalos en la festividad es un fenómeno más reciente, del siglo XX, y se ha convertido en una parte esencial de la celebración.
Por: Staff / La Voz
En el norte de México, la llegada de los Reyes Magos no es tan común como en otras regiones del país, ya que optan por adoptar tradiciones con influencias más estadounidenses. Mientras que en el centro y sur de México, la mañana del 6 de enero es un momento especial para millones de niños que esperan abrir sus regalos después de la visita de Melchor, Gaspar y Baltazar.
Estos tres personajes bíblicos, que visitaron a Jesús al nacer, llevando consigo oro, incienso y mirra, son el origen de la tradición mexicana de recibir regalos el 6 de enero. Sin embargo, en el norte del país, las celebraciones toman un giro diferente. Las familias reciben regalos el 25 de diciembre, cortesía de Santa Claus, quien desciende por las chimeneas en su trineo tirado por renos.
La festividad del Día de Reyes tiene una historia rica y diversa, con raíces que se remontan a la época de la colonia en la Nueva España. Miguel Ángel Ayala, profesor de Ciencias Sociales, explica que la tradición sincrética se ha transformado con el tiempo, incorporando elementos como la rosca de reyes durante la Edad Media.
La introducción de regalos en la festividad es un fenómeno más reciente, del siglo XX, y se ha convertido en una parte esencial de la celebración. La cultura de los Reyes Magos prevalece en el centro de México, mientras que en el norte, la influencia anglosajona, especialmente de Santa Claus, es más evidente.
El profesor Lerins Valera Castro destaca cómo la cultura anglosajona, con la figura de Santa Claus, ha permeado en el norte de México, mientras que en el centro del país prevalece la tradición de los Reyes Magos. Esta dualidad cultural se refleja incluso en la forma en que se celebra la Navidad, con algunas áreas optando por el Niño Dios y los Reyes Magos el 6 de enero, y otras adoptando la costumbre de Santa Claus el 25 de diciembre.
Aunque la preferencia por recibir regalos el 25 de diciembre es evidente en el norte, la celebración de los Reyes Magos no pasa desapercibida por completo. La tradición de partir la rosca de reyes persiste, siendo compartida en hogares, lugares de trabajo y diversas reuniones. Aquel afortunado que descubre la figura del bebé Jesucristo en su porción de rosca se convierte en el anfitrión de tamales durante la celebración del Día de la Candelaria el 2 de febrero, manteniendo viva una costumbre arraigada en la cultura mexicana.