El Kambó, un ritual ancestral originario de las tribus amazónicas del suroeste de Brasil, ha ganado notoriedad en los últimos años
Por: Staff / La Voz
El Kambó, un ritual ancestral originario de las tribus amazónicas del suroeste de Brasil, ha ganado notoriedad en los últimos años debido a su combinación de espiritualidad y medicina natural. Sin embargo, su práctica también ha desatado controversias y advertencias médicas, como lo demuestra la reciente y trágica muerte de la actriz mexicana Marcela Alcázar durante un retiro espiritual en Durango.
El Kambó utiliza la secreción de una rana conocida como Phyllomedusa bicolor o rana mono gigante, cuyo veneno es aplicado en la piel a través de quemaduras superficiales. Según las tradiciones amazónicas, este ritual tiene propiedades para desintoxicar el cuerpo, alejar la mala suerte y equilibrar energías negativas. En el contexto moderno, muchos lo han adoptado como una forma de "purificación espiritual" o terapia alternativa.
El procedimiento, que dura unos 15 minutos, puede provocar una intensa sensación de calor, seguida de náuseas, vómitos y diarrea, efectos considerados parte del proceso de limpieza corporal. Sin embargo, médicos advierten que el veneno puede causar hiponatremia grave (bajos niveles de sodio), una condición que puede resultar en inflamación cerebral, convulsiones, coma e incluso la muerte.
Marcela Alcázar, de 33 años, falleció tras participar en un retiro espiritual donde supuestamente se le administró Kambó. Versiones preliminares indican que la actriz experimentó severos síntomas tras ingerir o ser expuesta al veneno. Aunque fue llevada a la Cruz Roja, los médicos no pudieron salvar su vida.
El caso ha generado indignación no solo por las circunstancias de su muerte, sino también por la falta de regulación en estas prácticas. La Fiscalía estatal está investigando el hecho, mientras que el presunto responsable del retiro ha huido.
Aunque algunos defienden los supuestos beneficios del Kambó, la evidencia médica indica que su práctica puede ser extremadamente peligrosa. Entre los efectos adversos más comunes están:
- Síntomas inmediatos: Náuseas, vómitos, diarrea y dolor de cabeza.
- Reacciones severas: Hiponatremia, desorientación, convulsiones y, en casos graves, coma y muerte.
La Mayo Clinic ha señalado que la hiponatremia, un riesgo asociado al Kambó, ocurre cuando el sodio en la sangre cae rápidamente, provocando una inflamación cerebral potencialmente letal.
La muerte de Marcela Alcázar es solo uno de los casos que han encendido el debate sobre el Kambó. Mientras algunos lo ven como una práctica espiritual valiosa, expertos médicos y organizaciones de salud advierten sobre sus riesgos y la falta de evidencia científica que respalde sus beneficios.
Además, el uso del veneno de esta rana ha sido prohibido en algunos países debido a su toxicidad. Sin embargo, la creciente demanda en retiros espirituales y terapias alternativas plantea preguntas sobre la regulación de estas prácticas y la responsabilidad de quienes las promueven.
El Kambó, como muchas prácticas ancestrales, surge de un profundo conocimiento cultural y espiritual. Sin embargo, su traslado al mundo moderno, muchas veces sin el contexto adecuado o supervisión profesional, puede tener consecuencias fatales.
El caso de Marcela Alcázar sirve como un sombrío recordatorio de la necesidad de cautela, regulación y educación antes de someterse a rituales que, aunque enraizados en la tradición, pueden representar un grave peligro para la salud.