Por: Agencia
"Forzar a una mujer a pagar por un entierro después de interrumpir su embarazo es una carga innecesaria y una intromisión en sus creencias".
A partir del próximo 19 de diciembre, el Estado de Texas exigirá que los restos fetales derivados una interrupción consensuada sean enterrados o incinerados, independientemente del periodo de gestación.
La medida fue aprobada después de una intensa campaña en la que el sector de salud declaró que la iniciativa era una abierta intromisión en los derechos de la mujer.
“Las nuevas restricciones revelan la dolorosa indiferencia que sienten los políticos de Texas hacia las mujeres”, afirmó David Brown, asesor legal del Centro por los Derechos Reproductivos.
Firmada por el gobernador republicano Greg Abbott, quien argumentó que el aumento de abortos derivó un cierre de numerosos clínicas, lo cual no contribuye a mejorar la atención de las féminas, sino que las limitaba, prohíbe a los hospitales y los centros médicos desechar los restos en contenedores sanitarios.