“La vida de mi hermano no tiene precio”, expresó llorando Magdalena Montelongo Pérez
Por: Teresa Muñoz
VILLA DE AGUJITA, COAH.- ¡La vida de mi hermano no se negocia, no tiene precio! Expresó a LA VOZ Magdalena Montelongo Pérez, hermana de Jaime quien permanece atrapado en el pozo de carbón “El Pinabete” destacando la ciudadana que al enterarse de los 4 millones de pesos que piden como indemnización las esposas de los trabajadores se quedó sorprendida y decepcionada.
“A mí, se me hace que se cansaron muy rápido, quizás porque son sus esposas, pero no familiares tan cercanos como nosotros”.
Nos duele mucho esta situación, tenemos nuestro corazón destrozado ante lo cual se me hace muy rápido que hayan accedido a una indemnización, deberían haber esperado un poco más, a que los rescataran pues primero es el paso 1 y luego el 2, ya que los rescataran entonces sí, avóquense a la indemnización, a la pensión a lo que quieran pedir.
Montelongo Pérez, expresó -aquí qué están dando a pensar, que les interesa más el dinero, pero, para mí, mi hermano no vale 4 millones de pesos, su vida no tiene precio, mi hermano es mi hermano y yo lo quiero, no me parece pero cada cabeza es un mundo-.
Entre lágrimas dijo he escuchado también la letra de las canciones que algunas personas han compuesto en torno a lo sucedido, -me hicieron llorar-, pues es la realidad de como los mineros trabajan en las entrañas de la tierra y nos llega a nosotros en lo más profundo porque al menos yo en lo particular, “yo no puedo resignarme, no puedo, y no me cansaré de llorarle a mí hermano.
Y sí me da tristeza, que entre las personas que accedieron a esa indemnización va la esposa de mi hermano, que triste y qué poco lo valoró igual a lo mejor, no lo quería, pues ella es de las que andaban pidiendo indemnización, precisó.
“Como hermanos nos atan de manos, pues si las esposas aceptan esos recursos, quienes laboran en el rescate, pueden parar y dejarlos ahí a los 10 mineros atrapados convirtiendo en tumba el pozo de carbón”, resaltó.
Expresó que para ellas tiene más valor en monedas la muerte de los mineros, sin embargo aseveró -para nosotros no-, pues nos unen lazos de sangre.
Señaló que en caso de recuperar a su hermano, le gustaría que quedara en el campo santo donde descansan los restos de sus padres, pues él en vida siempre decía que ya quería irse con mis papás, que él quería estar con ellos.
Hoy, yo le sigo preguntando a Dios, ¿Porqué morir de esta manera?, igual mi madre era al primero que quería llevarse pues para ella era el más vulnerable, para ella era el que más sufría, y siempre decía yo quiero que mueras tu primero antes que yo.
“Mi madre nos lo encargó, es al que tratábamos de proteger, de estar al pendiente de él, pero no pudimos protegerlo, ahora hay momentos en los que me resigno y le digo siquiera hermano ya estás al lado de mis papás, pero porqué de esta manera, es muy triste y más sin rescatar su cuerpo, triste y doloroso”.