Greg Abbott ha desatado controversia al anunciar medidas drásticas contra migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
Por: Redaccion La Voz
PIEDRAS NEGRAS, COAH. - El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha desatado controversia al anunciar medidas drásticas contra migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
Abbott ha prometido continuar con el arresto y deportación de aquellos que ingresen irregularmente al estado por la frontera con México, mientras planea la construcción de barreras y campamentos militares para abordar lo que él describe como una "crisis migratoria".
El mandatario republicano ha defendido sus acciones argumentando un supuesto "derecho constitucional" para proteger el territorio texano de lo que él califica como una "invasión" de contrabandistas y carteles de droga, señalando que México no toma medidas al respecto.
Sin embargo, sus medidas han sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, grupos de defensa de migrantes y el gobierno federal, quienes aseguran que violan las leyes y políticas de inmigración de la unión americana.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), en noviembre se registraron 192,000 detenciones de migrantes en la frontera suroeste, la mayoría procedentes de México, centroamérica, Haití y otros países.
Texas se ha destacado como uno de los estados más hostiles y represivos hacia los migrantes, con Abbott promulgando una ley que establece un nuevo delito estatal por ingreso ilegal al territorio, otorgando poder a las autoridades locales para tanto detener como procesar a los migrantes.
Además ha anunciado la creación de un campamento militar en Eagle Pass, cerca de la frontera con tierras mexicanas con el fin de reforzar la capacidad de las fuerzas de seguridad estatal.
Estas medidas han generado temor e incertidumbre entre la comunidad migrante, que se ve vulnerable a ser detenida, maltratada, encarcelada o deportada sin ninguna garantía de sus derechos humanos.
Las acciones de Abbott han avivado el debate sobre la política migratoria en Texas y en todo el país, con opiniones divididas sobre la efectividad y la ética de su enfoque.