Por: Mundo Villa
Cierta tarde, hace ya muchos ayeres, le escuche a mi abuelo decir, que la palabra, vale plata y el silencio vale oro, palabras, que en aquella lejana ocasión no comprendí.
La seguridad que se presume en el estado, solo es producto del silencio que se mantiene por así convenir, la realidad es muy distinta en el solar coahuilense.
La mayoría de los hechos delictivos, no salen a la luz pública, por intereses creados al amparo de arreglos cupulares, para dar una imagen distinta a la realidad.
La imagen que nos han querido vender, es muy diferente a la cruda realidad, el silencio comprado, como decía mi abuelo costo oro, pues la realidad que hemos vivido en los últimos años, es otra, muy diferente.
Hasta la próxima.