Por: Óscar Rodríguez
Amables lectores, tengan ustedes un buen día.
Esta tarde se estará disputando en la ciudad de Los Ángeles, California la versión número 56 (LVI) del llamado Superbowl.
Según algunos sitios de internet, el boleto más barato para este partido a principios de la semana rondaba los 4,500 dólares (unos 90,000 pesos en números cerrados), mientras que los más caros se cotizaban en alrededor de 55,000 dólares (un millón cien mil pesos, aproximadamente). La misma fuente afirma que la tarifa establecida por concepto de estacionamiento varía desde los 386 a más de 6,200 dólares.
Con todo y lo sorprendentes que pudieran ser estas cifras, se especula que de haber llegado a este juego alguna franquicia con una mayor popularidad (como por ejemplo los dos equipos derrotados hace dos semanas), los precios habrían sido aún mayores.
Sin duda resulta un éxito para la liga haber convertido su juego de campeonato en un evento que año tras año resulta en uno de los espectáculos con mayor audiencia en la historia de la televisión. Pero esto no siempre fue así.
Haciendo un poco de historia. En la antigua Roma existía un entretenimiento entre los militares llamado “Harpastum”. Era una competencia entre grupos en la que los participantes trataban de llevar una pelota de un extremo a otro del terreno de juego. Era una disciplina impulsada por los militares de mayor jerarquía ya que promovía el trabajo en equipo y servía como distractor en las prolongadas campañas para los soldados.
Al paso del tiempo, en algunos lugares se mantuvo la costumbre de llevar a cabo este tipo de competencias. Hay una frase atribuida al duque de Wellington: “La batalla de Waterloo se ganó en los prados de Eton” (aunque el historiador británico Eric J. Hobsbawm hizo la aguda observación en el sentido de que dichos campos eran inexistentes en ese entonces). El punto es que de haber sido genuina esa frase, hubiese servido para destacar la aportación que las disciplinas deportivas practicadas en dicha institución habían tenido en el conocido episodio histórico.
Y ¿qué era lo que se practicaba en los campos de Eton? Básicamente un Harpastum con algunas modificaciones. En diversas regiones de Inglaterra se efectuaban competencias más o menos parecidas. Destacó entre ellas la versión de la ciudad de Rugby.
Para mediados del siglo XIX, la práctica de un primitivo fútbol americano (derivado de las versiones inglesas) era común en algunos lugares de los Estados Unidos. Con las novedades en la tecnología para la década de 1860 se pudo contar con balones inflables con formas más regulares. En 1862 se formó un equipo que practicaba la versión mixta (se permitía tanto patear como acarrear la pelota) de este deporte. La competencia era llamada “el juego de Boston” y el equipo era el Club de Fútbol Oneida.
En 1920 se formó la Asociación Americana de Fútbol Profesional (que luego evolucionó a la actual National Football League o NFL) con catorce equipos. Un año después ya eran veintidós las franquicias, entre ellas ya aparecía la de los Green Bay Packers. En 1922, el equipo fundador llamado los Decatur Staleys se convirtieron en los Chicago Bears.
Luego de muchos años en los que algunos equipos se formaban y otros se disolvían, la liga logró cierta estabilidad a partir de la década de los años 30’s.
En 1959 se comenzó a formar una liga rival: la American Football League (AFL). Un año después arrancó con ocho equipos su temporada de catorce semanas. Para 1966 las dos ligas comenzaron a acercarse hasta lograr el acuerdo de efectuar un partido por el campeonato mundial AFL-NFL. A partir de 1969 este encuentro pasó a ser llamado el Superbowl.
A principios de los años 70’s las dos ligas se fusionaron convirtiéndose en una NFL con dos conferencias. A principios de la década de los años 80’s surgió una competencia: la USFL que solamente duró tres temporadas. Por cierto el dueño de uno de los equipos de esta liga, “New Jersey Generals” fue el ex presidente Donald Trump.
Volviendo a la NFL. Se dice que el precio de los boletos para el primer juego de campeonato era de 6 dólares… y aún así no se llenó el estadio en esa primera edición. El precio del espacio comercial en la televisión actualmente es de 7 millones de dólares por minuto (en 1967 era de 37,500 dólares).
Hace ya varias décadas se llevaba a cabo una subasta para determinar cuál de las principales cadenas de televisión norteamericana transmitiría en exclusiva el partido. Las empresas que no ganaban el concurso luchaban por ganar rating y en cierto momento lo lograron durante el intermedio del juego. Como resultado de esto, la liga elevó el nivel de producción del espectáculo del medio tiempo para mantener al público y ahora esta pausa es uno de los componentes principales de la fiesta.
Una curiosidad. En una entrevista previa al juego de 1977, el quarterback de los Raiders de Oakland, Ken Stabler (apodado desde la preparatoria “la serpiente”) tomó como buen presagio que por esas fechas estaba a punto de iniciar el año de la serpiente del calendario chino. Y efectivamente, ganó el partido. Este mes acabamos de iniciar el año del tigre según esa misma fuente. Uno de los equipos participantes tiene precisamente el nombre de “Bengals” haciendo referencia a los tigres de Bengala. ¿Serán los ganadores del partido? Esta misma noche lo sabremos.
Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.
Que tengan ustedes una excelente semana.